Arrancan los trámites para impulsar en Cortes un parque comercial y de ocio

C.M. / Burgos
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Al menos dos años para su desarrollo. Tiene una superficie de 129.000 metros y el Plan de Ordenación Urbana prevé una edificabilidad de 44.400 metros. Los inmuebles no podrán tener más de 10 metros para no interferir en la visión de la Cartuja

Burgos parece que es una plaza atractiva para la instalación de medianas superficies comerciales. A los proyectos ya conocidos y en diferentes fases de tramitación como los de Inbisa (Villafría), Leal (Villalonquéjar), Ten Brinke (Villalonquéjar IV) y el de un grupo de promotores locales (junto a la glorieta de Cantabria y el complejo de El Mirador y Carrefour) se suma ahora otro en Cortes.

En concreto iría ubicado en el denominado sector S-37, que está junto a la urbanización abandonada de este barrio (S-20) y limita con la penetración de Cortes y la autovía. Los primeros pasos para su desarrollo urbanístico se ha dado con la aprobación de los estatutos de la junta de compensación, que promueven Ismael Ángel Andrés Golvano en nombre de Burgos Área de Servicio S.L. y Ango Invest y Pablo Javier Jiménez Bravo, según la documentación que han presentado en el Ayuntamiento.

El siguiente trámite será la constitución de la junta de compensación, integrada por los propietarios de los terrenos, y posteriormente, sus promotores tendrían que redactar un plan especial o un plan parcial. Independientemente de ello el uso de todo este terreno sería comercial en la categoría de complejos comerciales y compatible con el productivo comercial, productivo de oficina, productivo de terciario recreativo (por ejemplo, cines) y dotacional privado (por ejemplo, un gimnasio). De este modo, se podría hacer una actuación similar a la de Ikea de Valladolid o la que promueve Inbisa en Villafría. «Cabe un complejo amplio que permite usos comerciales y de ocio compatibles con terciario. Además, es una zona con muy buenos accesos», indicó la concejala de Licencia, Ana Bernabé.

Al tener un carácter comercial, la tramitación del plan debe tramitarse en el Ayuntamiento pero también debe obtener una segunda licencia ante la Junta de Castilla y León, que lleva su tiempo. Más tarde vendrá el proyecto de actuación, la urbanización y la edificación, de modo que pueden pasar al menos dos años hasta que se vea levantar un ladrillo.

El tiempo dependerá de los promotores aunque el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) marca un plazo de 8 años para su ejecución total. «El desarrollo urbanístico es lento aunque si los promotores han echado a rodar la junta de compensación es una buena señal y denota que hay un interés», añadió la concejala.

El sector tiene un superficie neta de 129.900 metros cuadrados. La edificación permitida será de 44.495 metros mientras los equipamientos alcanzarán los 6.700;los espacios verdes libres, los 8.899 de espacios libres;y los viarios y aparcamientos, 25.782.

Diez metros de altura. Según el PGOU, las edificaciones no podrán superar los 10 metros de altura para no interferir en las ‘visuales’ de la cercana Cartuja de Miraflores, las plazas de aparcamiento deberán sombrearse con árboles en hilera y las aceras deberán tener una anchura de 3 metros. También será necesario la realización de un estudio de tráfico, que dependerá de si se opta por un centro comercial o un parque de medianas superficies, según explicó el jefe de Planeamiento del Ayuntamiento, Fernando Inés.

El Plan General que entró en vigor en 2014 prevé una edificabilidad de 2,8 millones de metros cuadrados de suelo para el desarrollo de actividades industriales y terciarias aunque se estiman que las necesidades quedarían cubiertas con 1,2.

De todas las iniciativas vinculadas a parques comerciales, la que se encuentra más avanzada es la promovida por Inbisa en Villafría. El Ayuntamiento aprobó el plan especial en julio de 2015 y en septiembre de ese año la licencia comercial de la Junta. La inversión prevista ronda los 23 millones y se prevé crear 400 empleos.