La Semana Santa de Burgos incorporará este año un nuevo acto religioso. La Cofradía del Santísimo Sacramento y de Jesús con la Cruz a Cuestas, de la parroquia de San Cosme y San Damián, ha propuesto la realización de la procesión del silencio a fin de ‘enriquecer’ la programación con nuevos pasos y dar una mayor relevancia social y cultural a estas celebraciones.

La propuesta será analizada esta tarde por parte de la Junta de Semana Santa, si bien la idea ha sido acogida de manera favorable por la mayoría de las cofradías. Tan solo quedaría limar algunos flecos relacionados con el horario para encajarla con el resto de las salidas. La procesión se realizaría el Viernes de Dolores, de noche, y en el desfile se llevaría la talla del Santo Cristo de la Salud, del siglo XVII y de autor anónimo, que hay en la iglesia de San Cosme.

Esa imagen religiosa fue utilizada por la Hermandad del Calvario y Santo Entierro desde 1860 a 1901, junto a una Dolorosa que desapareció. Desde entonces no volvió a procesionar.

La intención es que el paso sea similar al que protagoniza en Zamora la tarde del Miércoles Santo la Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias, popularmente conocida como Cofradía del Silencio, y que es uno de los momentos cumbres de su Semana Santa.

En ese sentido, la intención es que la procesión de Burgos sea también en absoluto silencio como signo de penitencia y marcada por el símbolo de la austeridad y el recogimiento religioso. Los cofrades vestirán un hábito marrón, con una cruz blanca en el pecho, similar al que utilizan los monjes franciscanos. Esta vestimenta fue la que usó la primera cofradía que hubo en Burgos, la de Vera Cruz, en el convento de San Francisco.

El recorrido, a falta de mayor concreción, se desarrollaría por las calles del centro histórico a partir de las doce de la noche. La idea es que desde la calle San Cosme se dirija hacia el puente de Santa María y por el Espolón hasta la Plaza Mayor. Después se encaminará hacia la Catedral hasta finaliza en la plaza de Santa María. Allí se colocará un pebetero para que los cofrades puedan depositar los nombres de las personas fallecidas a las que quieren recordar.

Desde la Junta de Semana Santa se ha pedido colaboración a las cofradías de la ciudad para hacer cuadrar los horarios.