Valiente y osado en busca de la mínima para el Campeonato de Europa. Así disputó Jesús Gómez la final de los 1.500 metros de los Juegos Mediterráneos. Asumió un elevado riesgo que pagó en los metros final con una séptima plaza. 

El atleta burgalés, que milita en el Barcelona, apuró al máximo sus opciones de medalla. La salida fue muy rápida, imponiendo un ritmo muy intenso los atletas turcos. Jesús Gómez no dudó en ponerse a su altura y «viendo que íbamos a ritmo de mínima para el Europeo, he llevado el peso de la carrera. Me he puesto en cabeza», detalla. Ese esfuerzo le ha pasado factura y a falta de 250 metros para llegar a la meta «me han flaqueado las piernas». Entró en el puesto séptimo con un tiempo de 3:40.43, en una carrera en la que el tunecino Abdessalem Ayouni conquistó la medalla de oro y paró el crono en 3:37.35.

La experiencia de los Juegos Mediterráneos para Jesús Gómez ha sido positiva. Ha sido el único español en la prueba reina del atletismo y ha hecho una carrera valiente. «Estoy contento con lo realizado. ¿Equivocarme en la estrategia? En ese momento no te da tiempo a pensar. Podía hacer la mínima y lo he intentado», confiesa el medio fondista burgalés, que seguirá trabajando por lograr el pasaporte para los próximos Campeonatos de Europa. «Tengo una o quizás dos oportunidades para conseguirlo antes del Campeonato de España y no las voy a desperdiciar. Voy a seguir entrenando para hacer 3:38 o por debajo», aventura el atleta nacido en Castellanos de Castro.