Terrazas saca la pizarra

Raúl Canales / Miranda
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El técnico apostará esta temporada por un esquema con línea defensiva de tres jugadores

El encuentro ante el Eibar confirmó que esta temporada el Mirandés apostará por un esquema de juego distinto al habitual en las dos últimas campañas. En los primeros amistosos veraniegos Carlos Terrazas había empleado una línea defensiva de tres jugadores, pero el nuevo dibujo táctico, similar al que probó en la recta final del año pasado cuando ya no había nada en juego en la clasificación, necesitaba superar una prueba de fuego ante un rival de superior categoría.

El 3-3-3-1 aprobó el examen ante los armeros y aunque se vieron algunos desajustes lógicos, en líneas generales el míster quedó satisfecho con el rendimiento. «Lo que pretendemos es que los jugadores desarrollen todo lo que llevan dentro y estamos intentando poner en práctica ideas que fomenten que puedan dar lo mejor de sí mismos», asegura Terrazas.

El técnico sabe que jugar atrás con una línea de tres implica asumir más riesgos, lo que exige un plus de concentración pero «confiamos en nuestros jugadores». El cambio de esquema necesita un periodo de adaptación ya que algunos futbolistas aún no tienen asimilados todos los movimientos y funciones de su puesto, pero poco a poco las piezas van encajando.

Con el nuevo dibujo, los centrocampistas están obligados a realizar un mayor desgaste para ayudar en las tareas de contención pero también permite sumar más efectivos al ataque y jugar con extremos abiertos, lo que da más profundidad al equipo. «Por ahora estamos muy contentos de cómo se está desarrollando la idea aunque será la competición la que dictamine el rendimiento final», apunta el técnico.

De hecho, la solidez defensiva no es el aspecto que más preocupa ahora mismo a Terrazas. El Eibar apenas inquietó la meta rojilla, pero el Mirandés tuvo problemas a la hora de generar juego. «Nos costó salir jugando, algo normal ya que el Eibar es un rival incómodo, que bascula bien y reduce los espacios», explica el entrenador, quien considera que en los próximos partidos se deberá ir corrigiendo este aspecto. «Cada partido es un mundo y no quiere decir que siempre vayamos a tener este problema. La pretemporada está para eso, para ir trabajando y mejorando porque quedan quince días para empezar la liga y hay que  llegar en las mejores condiciones posibles».

Con este objetivo, el reparto de minutos durante las primeras citas veraniegas está siendo equitativo. Todos los jugadores están disfrutando de oportunidades, lo que evita sobrecargas por el esfuerzo a pesar de que el calendario incluye dos encuentros semanales y que la mayor parte de días los entrenamientos son en doble turno. «La plantilla está adquiriendo ritmo de competición de forma pareja y por ahora la acumulación de minutos está siendo la adecuada por lo que no hay nadie que esté acusando el esfuerzo», apunta el míster.