20 condenados por insultar y agredir a policías en solo dos meses

I. Elices / Burgos
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La mayoría ha de hacer frente a multas económicas por faltas de respeto y consideración a los agentes. Los culpables de atentado -agresión- es difícil que entren en prisión, según el SUP

Los policías en ocasiones son insultados y agredidos por ciudadanos. - Foto: Patricia González

Muchos son los enfrentamientos que la Policía Nacional tiene cada semana con ciudadanos que no se toman a bien sus decisiones, les desobedecen, les insultan e incluso les agreden. Una parte de ellos acaba en los calabozos de Comisaría tres ser detenidos. Pero, ¿sale barato faltar al respeto, amenazar o pegar a un agente de la autoridad? Una recopilación de sentencias de juzgados burgaleses de los meses de diciembre de 2012 y enero de 2013 revela que la mayoría de arrestados acaba condenado, aunque es muy raro que a penas de cárcel si no tienen antecedentes o las lesiones son muy graves.

De los 20 casos relacionados con delitos o faltas de desobediencia o contra el orden público que juzgaron tribunales burgaleses entre diciembre y enero, solo en uno de ellos el acusado salió absuelto.  Se trata de un hombre que intentó oponerse a la detención de un individuo al que seguían los agentes en la zona de Vadillos. El denunciado alegó desproporción en la actuación policial y ganó el juicio.

En todos los demás casos, los imputados fueron declarados culpables y condenados. Las acciones tipificadas como faltas de respeto y consideración en concurso con desobediencia son las que más se dan, una cuarta parte del total. Se producen cuando una persona no hace caso a la indicación de un policía, por ejemplo cuando éste le pide la documentación. Estas situaciones conllevan una pena de 10 a 60 días de multa. Un ejemplo. M.I.T. se encontraba en el bar Tucanos molestando a los clientes. Requerido para que se identificara contestó «no me sale de los huevos, no me toquéis los cojones, dadme unas hostias si queréis que luego os voy a reventar». Tuvo que pagar 120 euros de multa y hacer frente a las costas procesales.

Los delitos de resistencia y desobediencia conllevan penas de prisión de seis meses a un año. Por ejemplo, un ciudadano que atraviesa un cordón policial establecido por una intervención y a pesar de que se le requiere para que abandone el área, se niega de manera reiterada. J.A.P.I. fue condenado a medio año de cárcel después de agredir a dos agentes que acudieron al bar La Playa para ordenarle que no bebiera en la calle. «Bebo donde me sale de los cojones», respondió. Los funcionarios le retiraron el botellín de cerveza que tenía en la mano y se abalanzó sobre ellos con intención de agredirles. Los dos policías sufrieron lesiones.

Los delitos de atentado son los más graves y se producen cuando los ciudadanos emplean la fuerza física, la intimidación, la agresión o la amenaza contra los agentes de la autoridad. Conlleva una pena de 1 año a 3 de prisión.

Es muy extraño que una persona sin antecedentes ingrese en prisión por una acción de este tipo, ya que se suelen imponer penas inferiores a dos años que suelen cambiarse por multas. En diciembre J.D.T.S. fue condenado a 65 horas de trabajo en beneficio de la comunidad y a indemnizar a los dos agentes a los que agredió cuando trataba de impedir  la intervención policial.

Flexibilidad

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Burgos opina que dentro de la horquilla de sanciones económicas que contempla el Código Penal para estos delitos, «hay que establecer una pena que consiga el efecto para el que ha sido creada, hacer desistir al sujeto de repetir la acción por miedo a ser condenado nuevamente». Si por el contrario se impone «una propina por agredir a un policía se deslegitima el propósito de la pena».

Los policías, señala el SUP de Burgos, «entienden» que se pueden dar situaciones complicadas «por la frustración e impotencia que siente la ciudadanía por los casos de corrupción, la inestabilidad laboral, los recortes, los desahucios». «Tratamos de ser flexibles, si bien es cierto que hay ciertas personas predispuestas a buscar el conflicto con la Policía, y a ellas se les aplica el cumplimiento estricto de la ley».