A la luz del Monasterio de Oña

M.J.F. / Oña
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Crecen un 15% las visitas a la iglesia abacial de San Salvador • Sus baldosas las han pisado reyes de ayer y hoy, políticos y también profesionales de la tele, el cine y el teatro • Algo tendrá el agua cuando la bendicen

El Monasterio de San Salvador de Oña ha cerrado ya sus cifras de turistas de 2015 y la conclusión es muy positiva ya que se ha producido un incremento del 15% al lograrse 15.000 visitantes frente  a los 13.000 del año anterior. El párroco local, Cecilio Adrián Haro, ha mostrado su satisfacción por estas cifras que vienen a confirmar el aumento continuado del número de turistas que llegan a Oña. «Entre enero y diciembre de 2015 son 2.000 personas más que en el mismo periodo de 2014; esto viene a confirmar la importancia del cenobio y  se hace necesaria la visita casi obligada al primer Panteón Condal de Castilla», indica el sacerdote.

En cuanto a la procedencia de los turistas, el propio párroco indica que han llegado más españoles, principalmente del País Vasco, Cataluña, Madrid y Cantabria. Los extranjeros también se han visto incrementado y desde Europa han llegado sobre todo del Reino Unido y Francia. «Cabe destacar también, las visitas realizadas por un touroperador para la tercera edad», explica.  

Asimismo, Haro destaca las distintas actividades de carácter cultural que se han realizado desde el propio monasterio  o bien, en colaboración con otras entidades para la difusión del patrimonio. Un ejemplo de ello han sido los numerosos conciertos de música sacra, charlas, exposiciones, conferencias, homenajes y conciertos de villancicos celebrados en los últimos doce meses.

En el apartado de proyectos, el párroco oniense anuncia la inminente puesta en marcha para finales de enero o principios de febrero  de la página web del Monasterio de San Salvador, que será desarrollada por la misma empresa que ya hizo la implantación en el mismo monumento de las  audioguías en tres idiomas, castellano, francés e inglés. Con esta nueva propuesta, se abre al mundo el conocimiento de su rico patrimonio tanto cultural como cultual que Oña posee. «Con ello, la iglesia abacial oniense se equipara a las grandes catedrales como las de Burgos, León, Zamora, Salamanca, Guadix o Málaga», apunta Haro.

Por último, el párroco afirma que «las expectativas del área de turismo del Monasterio de San Salvador es que en esta anualidad se superen, de nuevo, las cifras de visitantes en el municipio como ya lleva ocurriendo desde el año 2012 después del gran acontecimiento que fue para nuestra villa las Edades del Hombre». Su más ilustre visitante ha sido la Reina Sofía que se trasladó al monumento precisamente en mayo de 2012, con motivo de la inauguración oficial de la exposición de arte sacro Las Edades del Hombre. El evento atrajo a 175.000 personas en cinco meses, todo un hito para la villa.

Grandeza

La iglesia del Monasterio de San Salvador es el monumento que dota de personalidad y grandeza a la villa oniense. Sus baldosas las han pisado reyes de ayer y hoy, políticos y también profesionales de la televisión, el cine y el teatro. Algo tendrá el agua cuando la bendicen. El acceso se hace a través de una gran escalinata a la que da la fachada del atrio con una galería de esculturas del siglo XV de los condes y reyes que se hallan sepultados en el interior de la misma y que realzan la nobleza de esta villa condal, primer panteón real de Castilla.

La amplia variedad de estilos artísticos conservados (románico, gótico, renacimiento, barroco, musulmán, mudéjar, egipcio y época romana) junto con la extensa nómina de objetos contenidos (retablos, pinturas, rejas, vestidos, sillerías, sepulcros y esculturas) convierten a este monumento en una lección de historia del arte. Oña fue el lugar de asentamiento del más importante de los monasterios de Castilla: el de San Salvador, panteón de los últimos condes y de los primeros reyes castellanos y foco de una intensa actividad religiosa y cultural. El monasterio fue fundado en el año 1011 por el conde castellano Sancho García, nieto de Fernán González, para el retiro de su hija Trigidia.

Su yerno, Sancho III el Mayor de Navarra, se lo encomendó a los benedictinos, guiado por el abad Iñigo. Como monasterio benedictino se mantuvo hasta la Desamortización de 1836. La Compañía de Jesús lo ocupó de 1880 a 1967, año en que lo adquirió la Diputación Provincial de Burgos.

San Salvador de Oña fue uno de los cenobios con mayor número de monjes y una de las más ricas abadías españolas a lo largo de toda la Edad Media y Moderna. En el siglo XIV dependían de él más de 150 iglesias y de trescientos pueblos. En su conservación han colaborado administraciones con el Estado y la Junta. En su puesta en valor está jugando un papel muy especial la recreación histórica El Cronicón de Oña que se viene representando desde hace más de 25 en el interior de la iglesia. Todo un lujo para los sentidos.