El mensaje se repite cada semana por parte de jugadores y entrenadores de todos los clubes: adelantarse en el marcador, en Segunda, es dar un paso casi decisivo para asegurar el triunfo.
La igualdad que impera en la categoría minimiza las opciones de remontar un marcador adverso como queda en evidencia jornada tras jornada. Solo seis de los 44 partidos disputados en las primeras cuatro jornadas, han acabado con victoria de equipos que empezaron perdiendo.
El dato refleja la dificultad que entraña sobreponerse a un gol en contra. El Mirandés lo ha comprobado contra Alcorcón y Tenerife, donde se vio obligado a jugar a remolque y no encontró la forma de revertir la situación, pero es un mal generalizado.
De hecho, el pasado fin de semana únicamente Las Palmas fue capaz de remontar. Los insulares, con dos goles en los últimos diez minutos, silenciaron un Sardinero que ya saboreaba el primer triunfo del Racing.
El resto de partidos terminaron con victoria del equipo que golpeó primero, algo que ha sido la tónica habitual en los compases iniciales de la liga.
En la primera jornada solo el Sporting logró dar la vuelta el resultado ya que tras ir perdiendo en Soria, dos goles en la recta final le dieron el triunfo en su debut.
En la segunda jornada los que protagonizaron la ‘hazaña’ fueron el Barcelona B y el Girona. Los catalanes aprovecharon la expulsión de Kiko Olivas para sobreponerse al gol inicial del Sabadell mientras que el Girona se llevó los tres puntos de Santo Domingo tras remontar al Alcorcón.
En la tercera jornada, una segunda parte magistral permitió a la Ponferradina golear al Betis tras haber llegado al descanso por debajo en el electrónico mientras que un triplete de Borja Lázaro anuló en Leganés el tanto del Mallorca y dio los tres puntos a los madrileños.
Por el momento, ningún equipo ha sido capaz de repetir la gesta y remontar en dos ocasiones, lo que demuestra que la categoría está extremadamente pareja.