Un viaje al sueño de la Texas española

L. Sierra (ICAL)
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El Museo del Petróleo, único en España, abre sus puertas para enseñar a turistas y visitantes cómo se sigue extrayendo petróleo en La Lora

Sargentes de la Lora (Burgos), el pueblo que vio brotar en 1964 petróleo por primera vez en España, inaugura el único museo dedicado al petróleo del país. Un elemento dinamizador en la localidad que soñó con abastecer a la provincia, y a parte del territorio nacional, de oro negro y que llegó a ser comparada con Texas, en Estados Unidos. Cincuenta años después de que de las entrañas de La Lora saliese petróleo, y décadas después de que se viera que el mismo no era de la calidad, ni en la cantidad soñada, el pueblo recuerda ahora aquellos años con un museo que, además de evocar, se presenta como un elemento dinamizador de la comarca.
 
Las instantáneas que el fotógrafo burgalés Federico Vélez 'Fede' sacó aquel mes de junio de 1964 dan la bienvenida al visitante que se acerca al Museo del Petróleo de Sargentes de La Lora. Imágenes en blanco y negro que dan cuenta de la repercusión mediática que tuvo en la España de los años 60 del hallazgo de un pozo petrolífero en Ayoluengo, muy cerca del pueblo que ahora acoge el espacio museístico. En pleno despegue del Primer Plan de Desarrollo Español, el descubrimiento de petróleo en el citado pozo hizo que radios, televisiones y hasta el NO-DO se hicieran eco de aquel maravilloso hallazgo.
 
“Están muchas de las fotos que sacaron Fede padre e hijo aquellos años”, señala en declaraciones a Ical el alcalde de Sargentes de La Lora, Leoncio Ruiz, uno de los impulsores de un museo que ha costado “mucho esfuerzo, además de dinero”, cerca de 600.000 euros. Orgulloso del mismo, como el resto de los vecinos, Ruiz entiende que el museo ha de servir para dar a conocer la historia de un acontecimiento “único en toda la península” porque “ahora igual nadie se acuerda pero en ese momento igual que ahora nuestros pozos eran los únicos con petróleo”.
 
Viaje a 1964. La primera parada del Museo del Petróleo es un viaje en el tiempo. Un trayecto de cincuenta años que coloca al espectador en Sargentes de La Lora en un caluroso verano de 1964. Permite colocarse junto a un ejemplar de Diario de Burgos fechado en el 7 de junio de 1964 y leer un titular: “Petróleo en Burgos. Ayer en la aldea de Valdeajos de Lora brotó un chorro de unos 6.000 litros. Aunque falta por conocer la capacidad del pozo es el primer yacimiento importante de España”.
 
Junto a las páginas descoloridas por el paso del tiempo de La Voz de Castilla o del diario El Alcázar, que se hicieron eco de la noticia, una imagen, la del alcalde de la localidad, Ruperto Sanz. Sonriente y campechano, como da cuenta su boina, el primer edil preveía en un amplio reportaje publicado por ABC la proyección que el petróleo daría a un pueblo de unos 300 habitantes. El hallazgo, y el interés de Campsa, confirmaron en aquel momento que la obstinación del alcalde no era una locura, sino una espléndida oportunidad para toda la comarca.
 
Sonrientes también posan en las imágenes del museo los vecinos de Sargentes de La Lora. Un pueblo que vio inmortalizada su hazaña en toda España gracias a los reportajes del NO-DO que el régimen franquista proyectó en las salas de cine. Asimismo, las cabeceras de los principales rotativos guardaron en sus páginas un espacio para hablar de La Lora y de aquella visita que realizaron a la comarca un jovencísmo Juan Carlos y doña Sofía, por aquel entonces príncipes de Asturias.
 
Crudo de menos calidad. Aunque los primeros años de producción en La Lora resultaron excelentes, y durante los tres primeros años de explotación se llegaron a producir 4.000 barriles diarios, pronto se vio que lo de la Lora iba a ser como el 'Cuento de la Lechera'. Así lo entiende su actual alcalde, que recuerda como en aquellos años “llegó a pensarse incluso en hacer un oleoducto para que llevase el crudo hasta Bilbao”, aunque después se desestimó éste y otros proyectos por ausencia de apoyos.
 
Si bien los primeros estudios calificaron aquel crudo como de buena calidad, informes posteriores afirmaron que el petróleo de La Lora no era de la calidad esperada porque éste no podía refinarse. En las labores de producción, los vecinos vieron disminuir los litros de los 10.000 iniciales a los 5.000 y así continuamente. En la actualidad, el campo petrolífero de Ayoluengo sigue produciendo crudo siendo el único campo de petróleo en tierra que lo hace en España, a un ritmo de producción que genera algo menos de 150 barriles por día. 
 
Se trata de un petróleo que no se refina y que llega al mercado como combustible a distintas industrias de Cantabria y País Vasco que mantiene contratos con Leni Gas & Oil (LGO), compañía inglesa que explota los pozos de Ayoluengo desde el año 2007.
 
“De aquello da cuenta el museo. Quien echa la vista atrás ve que se pasó de la nada al todo y del todo a la nada”, apostilla el primer edil. “Bueno, nos queda un museo que no es poco”, añade Ruiz, consciente de que “puede ser interesante” para toda la comarca contar con un museo que explique a los visitantes cómo se extrae el petróleo en La Lora, cómo se hizo hace décadas y cómo se hace ahora en pleno siglo XXI.
 
Así lo narran numerosos paneles que explican de forma muy didáctica cómo se busca petróleo y los tipos de estudios que se llevan a cabo para poder encontrar oro negro. Un mapa explica cómo existen dos modos: estudios de superficie y de subsuelo, y que ambos necesitan de análisis geológicos y geofísicos previos. 
 
Asimismo, una maqueta da cuenta de los pozos que existen en la actualidad en la zona y de los caballitos que aún se encargan de sacar el oro negro. "Explicamos lo que hubo y lo que hay para dar a conocer el sistema geológico de la zona", asevera Fernando, la persona encargada de enseñar el museo durante estos primeros días.
 
Por el museo han pasado en solo cuatro días más de treinta personas, algunos de ellos turistas que iban hacia Cantabria y vecinos de la comarca aunque se espera redondear la cifra cuando concluya la Semana Santa, según confirmaron fuentes del museo consultadas. Asimismo, colegios de Cantabria y de la provincia de Burgos se han interesado por la apertura del espacio con el ánimo de que los escolares conozcan el origen del petróleo. “Pensamos que este museo es muy bueno para escolares, además de para los visitantes”, indicó el encargado de enseñarlo.
 
De planta octogonal, en recuerdo a los dólmenes hallados en la zona, el Museo del Petróleo conserva un sonido: el de los caballitos que se encuentran a escasos metros y que desde hace cincuenta años conducen el oro negro desde las entrañas de La Lora hasta el exterior. Por ellos, y gracias a la ayuda de Fundación Repsol y de las instituciones burgaleses nace un museo con vocación de futuro y que pretende ayudar a los vecinos de un pueblo que un día soñó con abastecer de petróleo a todo un país.