Detenidos por explotar sexualmente a mujeres en clubes

Europa Press
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Las víctimas eran sometidas a jornadas de hasta 12 horas diarias, que podían aumentar cuando algún cliente lo requería, y debían pagar 55 euros diarios por alojamiento y luz. Las 3 liberadas eran prostituidas hasta saldaruna deuda de 6.000 euros

Agentes de la Policía Nacional han detenido a 23 personas -3 en Burgos- que, presuntamente, conformaban una red dedicada a la explotación sexual de mujeres en dos clubes de Vizcaya y Cantabria que han sido clausurados. La organización criminal captaba mujeres sudamericanas, principalmente nacionales de Venezuela, Paraguay y República Dominicana, con la promesa de un futuro prometedor en España, según ha informado el Ministerio de Interior.

Las víctimas eran sometidas a jornadas de hasta doce horas diarias, que podían aumentar cuando algún cliente lo requería, y debían pagar 55 euros diarios en concepto de alojamiento y luz. Las tres mujeres liberadas eran prostituidas hasta pagar la deuda, que en algunos casos ascendía hasta los 6.000 euros, por lo que les retiraban todos los ingresos que obtenían.

La investigación comenzó gracias a la declaración de una testigo protegida que logró escapar del control de la red criminal, denunció los hechos sufridos y puso de manifiesto la existencia de una red criminal dedicada a la trata de mujeres sudamericanas con fines de explotación sexual.

Durante la investigación, los agentes comprobaron que la red criminal estaba dividida en dos organizaciones independientes que colaboraban estrechamente. Sin embargo, gradualmente fue aumentando la violencia entre ambas, hasta lugar en Santander una fuerte reyerta entre miembros de ambas con varios heridos de gravedad.

Los captores buscaban víctimas vulnerables por su situación económica y familiar en países con crisis humanitaria como el caso de Venezuela, y las ofrecían un futuro prometedor en España. Ellas aceptaban de forma "desesperada", sin apenas cuestionarse qué iba a ser de su vida o cuáles iban a ser las condiciones del viaje.

Para su captación, la organización utilizaba intermediarios que se encontraban en los países de origen y otros que se encontraban en España, pero que tenían vínculos con dichos países. CONDICIONES DE

 

EXPLOTACIÓN

Una vez llegaban a España, las víctimas descubrían las elevadas cantidades que adeudaban con la organización criminal -hasta 6.000 euros en algunos casos- y las condiciones de explotación a las que eran sometidas, entre ellas "extenuantes" horarios que comenzaban a las 17.00 y hasta las 04.00 horas de domingo a jueves, y que podían incrementarse en una hora o más los viernes y sábados si algún cliente así lo pedía.

Los explotadores fijaban los precios por los servicios sexuales, teniendo en ocasiones que realizar servicios "fiados" a clientes "VIP" o habituales que no llegaban a cobrar, además de sufrir abusos sexuales por parte de los jefes de la organización.

Todos los ingresos que ganaban eran retirados hasta saldar la deuda contraída por el viaje y pagaban diariamente 50 euros en concepto de alojamiento más cinco euros en concepto de luz. Cada mujer debía tener una media de tres encuentros sexuales diarios, teniendo en cuenta que algunos días no había clientes, por lo que debían compensar otras jornadas con cinco y siete encuentros.

Las normas eran muy estrictas, ya que todas las mujeres que no estaban a la hora en el salón se veían sometidas a amenazas, presiones, aumento del pago en concepto de casa y hasta la expulsión del club. A pesar de pagar 50 euros diarios en concepto de alojamiento, las víctimas debían encargarse de la limpieza de las instalaciones y, aunque en este concepto estaba incluida la comida, ésta era de "ínfima" calidad, lo que le reportaba más beneficios a sus explotadores.

Además de la explotación sexual, las víctimas debían alternar con los clientes ya que se les sugería, a cambio de una comisión, incitarles a que consumieran. Junto a esta explotación laboral por medio del alterne, se investigan posibles delitos de falsedad documental y blanqueo de capitales cometidos a través de complejos sistemas financieros y societarios, utilizando para ello a terceros expertos en la materia y a testaferros.

 

SIMULANDO SER PAREJAS TURÍSTICAS

Los investigados utilizaban pasadores para trasladar a las mujeres a España. Sin embargo, en ocasiones eran los propios cabecillas de la organización quienes viajaban con ellas para asegurarse el cruce de la frontera.

Así, se hacían pasar por sus parejas para "protegerlas" de las preguntas por parte de las autoridades, dotando al viaje de una apariencia turística para pasar más inadvertidos. Una vez en España eran trasladadas a un club de Cantabria donde comenzaba su explotación sexual y laboral.

Tras analizar todos los datos obtenidos, los agentes establecieron el dispositivo operativo y detuvieron a 23 personas, seis de las cuales siguen actualmente en prisión.

El núcleo de la operación se ha desarrollado principalmente en Cantabria y Vizcaya, donde se han detenido a doce y seis personas respectivamente, se han practicado seis registros y la clausura de los dos clubes de alterne. Además varios implicados han sido detenidos en las provincias de Palencia (1), Valladolid (1) y Burgos (3).

En los registros se han intervenido más de 1.000 euros en efectivo, pequeñas cantidades de drogas, armas blancas, un bate de béisbol y cartuchos del calibre 38, así como abundante documentación contable y bancaria y varios dispositivos electrónicos, entre ellos terminales telefónicos de última generación.