«Hay 'lobbys' en Bruselas y en Madrid intentando terminar con el modelo español de farmacia»

Angélica González / Burgos
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Jesús Aguilar • Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos

A Jesús Aguilar, auparse a la presidencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, no le ha deparado ninguna sorpresa. Llevaba un tiempo ejerciendo la vicepresidencia y, por tanto, conociendo al dedillo cada recoveco de la profesión, al frente de la cual también ha estado tanto en Castilla y León como en Burgos, ciudad en la que nació en 1960 y adonde vuelve cada fin de semana, pues los estatutos del Consejo obligan al presidente  a vivir en Madrid. Su conocimiento del gremio se multiplica por su curriculum, en el que destacan dos décadas en la industria farmacéutica -en la sede de GlaxoSmithkline en Aranda- y la gestión de su oficina de farmacia. Recientemente, y casi coincidiendo con su abandono de la política -fue procurador del PP en las Cortes regionales en la anterior legislatura- se ha incorporado a la docencia en un máster de biotecnología.

¿Cómo definiría el estado actual del colectivo?

Vivimos un momento de inflexión. Nuestra profesión es centenaria y a lo largo de su existencia se ha ido adaptando a lo que necesitaba la sociedad de cada momento: de la formulación magistral pasamos a la farmacia desde el punto de vista industrial y ahora iniciamos una fase mucho más asistencial, mucho más sanitaria. Se puso en marcha en el año 2014 en el congreso que tuvimos en Córdoba, donde firmamos una declaración que lleva el nombre de esa ciudad que marca el inicio del camino a esta farmacia más asistencial.

¿Qué significa este concepto exactamente?

Que la farmacia va a estar más dirigida hacia las necesidades que tiene el paciente alrededor del medicamento.

¿Van a adoptar alguna medida para que se produzca este cambio?

El año pasado ya establecimos un acuerdo marco con el Ministerio de Sanidad que indica las líneas de futuro. Se trata de poner en valor la carga sanitaria del profesional farmacéutico en beneficio de la sociedad potenciando algunos aspectos como la adherencia al tratamiento de los pacientes, el seguimiento farmacoterapéutico, la educación para la salud, los sistemas personalizados de dosificación, revisiones de los botiquines, etc.

El acuerdo con el Ministerio de Sanidad marca, según dice, las líneas de futuro. ¿De qué manera puede afectar a la profesión el impasse político que vive el país?

La verdad es que a mí me ha afectado casi desde que tomé posesión el pasado 24 de junio, porque llegué nada más constituirse las comunidades autónomas y ya se hablaba de disolver las Cortes en noviembre. Pero estos cambios estructurales para una profesión de 80.000 personas no se producen de la noche a la mañana, por lo tanto no tienen gran importancia dos meses más o menos. También te digo que cuanta más estabilidad tenga el país, mejor será para todos pero la actual situación no nos repercute de una manera que nos esté tensionando.  

¿Están notando la recuperación económica de la que se empieza a hablar las farmacias que más ha sufrido la crisis?

Depende de las comunidades autónomas: en algunas, como todo el mundo recordará, el Gobierno tuvo que aprobar medidas extraordinarias para pagar a los farmacéuticos los medicamentos que usan los ciudadanos; la sensibilidad ha sido muy distinta en función de los territorios. Por otro lado, hablando en términos económicos más del 80% de nuestro trabajo se dedica al sistema público de salud y, que yo sepa, sigue habiendo ajustes importantes en los presupuestos de sanidad. Pero también diré que si contásemos todo el conjunto del gasto sanitario, nosotros -la farmacia comunitaria, la de los pacientes de la calle- suponemos el 15% del total, pero también hemos dado el 43% de los ahorros sanitarios de todas las autonomías.

¿Por eso le irrita que se hable de contener el gasto farmacéutico como un objetivo imperativo a conseguir?

Claro. Yo no sé -siempre digo lo mismo- si servirá de mucho diagnosticar a los pacientes si luego no somos capaces de tratarlos; que se me entienda: no es que no les quiera diagnosticar, por supuesto que sí, lo que no quiero es abandonarlos y no solo en los medicamentos innovadores sino en las enfermedades habituales.

¿Qué consecuencias trae esta contención?

Si no tratamos a los pacientes de la mejor manera su calidad y su esperanza de vida no serán las mismas y el gasto sanitario será más elevado a corto, a medio y a largo plazo.

¿No cree que en algunas ocasiones se ha culpado al usuario de gastar mucho?

Por supuesto, pero me pregunto si la gente es culpable de que haya avances en la ciencia. Porque hasta donde yo sé se cura con fármacos. Creo el usuario no es culpable. Quizás el sistema sanitario tiene que ser más eficiente pero no tanto con los de fuera como con los de dentro.

Me decía que la situación económica ha variado mucho en función de las comunidades. ¿Cómo ha sido en Castilla y León?

Esta comunidad autónoma siempre tuvo como objetivos fundamentales el pago de los salarios y de los medicamentos de los ciudadanos. Y ahí están los resultados. Es de las pocas, junto con el País Vasco, que no ha tenido problemas.

¿Le preocupan especialmente la situación de algunas farmacias del medio rural?

A nivel nacional nos preocupan todas las farmacias que estén en una situación de viabilidad económica comprometida y es verdad que muchas se encuentran en el medio rural pero también las hay en las ciudades. Las ayudas que dio la Junta -que no son subvenciones sino que los fármacos que dispensan tienen un margen distinto de los de otras farmacias- no servirán para sostener las boticas en esas zonas pero han sido un paso importante en el sentido de que las administraciones se han dado cuenta de que era cierto lo que llevábamos diciendo hace tiempo: que teníamos serios problemas en las zonas que se van despoblando paulatinamente. Ha sido un reconocimiento al problema, no una solución.

¿Ha llegado a haber problemas de desabastecimiento?

No, no, no. España es el país del mundo donde más farmacias hay por número de habitantes, según el último dato de la OCDE publicado hace dos meses.

¿Esto significa que el modelo español bueno?

Ahí están los datos: cuando tienes cubierta el 99,6% de la población frente a otros países que no llegan ni al 60% los números hablan.

Se lo digo porque Jaume Puig-Junoy, profesor de Economía de la universidad barcelonesa Pompeu Fabra acaba de decir que «la venta de medicamentos tan regulada y limitada en las oficinas de farmacia proviene de un modelo caduco y cada vez menos adecuado a las nuevas tecnologías y condiciones del mercado». ¿Qué opinión le merece su reflexión?

No voy a entrar a rebatir lo que dice este señor porque tiene sus intereses económicos como economista que es; les entiendo porque hay intereses en este país que no quieren que las cosas sean de esta manera, que quieren que se reduzca el número de oficinas de farmacia y que tengan tres propietarios. ¿Es caduco que en un país haya 22.500 personas que sean autónomos teniendo sus oficinas de farmacia o es caduco que los propietarios sean solo dos o tres? Y sobre las nuevas tecnologías, te diré que no existe ningún otro país con los sistemas de comunicación y tecnología tan avanzados como el nuestro en las farmacias. ¿En qué otro sitio le dispensan a este señor sus medicamentos en una farmacia con solo presentar su tarjeta sanitaria? Esto solo pasa aquí.

Bueno... En Burgos aún estamos esperando la incorporación de la receta electrónica...

Ya ha empezado y parece que este año estará completada. Que nadie dude de que llegará y todo el mundo se beneficiará de sus ventajas. Te diré más: este verano probablemente tendremos varias comunidades autonómas interconectadas para facilitar el acceso de los fármacos a los usuarios.

En otra entrevista a este mismo periódico se refirió a la intención de las grandes superficies de hacerse con la comercialización de medicamentos...

Esos son los intereses a los que me refería. Hay lobbys que presionan en Bruselas y en Madrid para derribar el actual modelo español de farmacia según el cual para ser titular de una oficina de farmacia hace falta ostentar la condición de farmacéutico y la propiedad de éstas está regulada por las comunidades autónomas y por la legislación estatal y que siempre garantiza la profesionalidad del servicio farmacéutico y una atención farmacéutica de calidad al servicio del paciente por encima de otros intereses

¿Qué pasaría si ganan estos lobbys?

Yo no soy adivino pero sé lo que ha pasado en otros países. Dependerá de cómo lo quieran hacer, pero ha habido sitios donde se liberalizó el sistema y ahora están volviendo hacia atrás porque hay tres cadenas que se han hecho con el monopolio y todo el mundo trabaja en una empresa donde vale el dos por uno y ese tipo de cosas. Tendríamos que salir un poco fuera para ver que España no es comparable con nadie en temas de salud; otros hablan del Estado del Bienestar pero yo creo que donde realmente está -aún con todos sus problemas- es aquí.

Le hago la pregunta de otra forma. ¿Qué no tendríamos si este modelo desaparece?

Yo le preguntaría al ciudadano: ¿hay grandes centros comerciales en el mundo rural o donde no hay población de paso? Si convertimos al medicamento en un bien de consumo se moverá por un espíritu de consumo. El sistema farmacéutico no es el sistema de los farmacéuticos sino el que la Administración se dio cuando creó el sistema de salud.

Cambio de tercio, ¿Por qué momento pasa la industria farmacéutica?

En un momento delicado, muy delicado. Hay que reconocer que muchas veces se la demoniza como esa industria que se inventa enfermedades y hace que se arruinen los Estados y los sistemas públicos.

¿Por qué le persigue este sambenito?

Aquí todo el mundo habla tanto de tantas cosas...

¿Habrá oído decir que la industria tiene, por ejemplo, la cura del cáncer pero que no la pone a disposición porque quiere enriquecerse con los medicamentos que se consumen?

No lo había oído pero no me extraña. Si yo fuese el dueño de esa cura y sé que soy el primero, lo sacaría cuanto antes porque me forro y me voy. Pero esto es como lo de la monja de las vacunas y tantas cosas...

¿Estamos en una época propicia para la charlatanería?

Mucho. Hay un abuso tremendo de intoxicaciones más que interesadas. Además, los españoles siempre hacemos caso a lo que es malo.

Dice la industria que el desabastecimiento de vacunas se debe «la reducida capacidad de producción y el aumento de la demanda». ¿Qué cree que ha pasado?

Faltan vacunas porque hemos dado pasos a nivel de retiradas de las vacunas de los calendarios y cuando luego las queremos volver a meter se crean desajustes tremendos. Faltan vacunas porque apretamos tanto tantísimo los precios -que son los más baratos de Europa- que, al final, hacemos que solo haya una empresa que produce y si pasa esto y tiene un problema deja de suministrar.