Las dos cajas locales han perdido 570 empleos en 5 años de crisis

G. Arce / Burgos
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Mientras Caja de Burgos y Cajacírculo han visto reducida su plantilla en un 47% y un 20,5%, respectivamente, y han cerrado un tercio de su red comercial al integrarse en otros grupos, Caja Rural mantiene empleo y sucursales

Las cajas de ahorros han ido cerrando sucursales en el centro de la ciudad y en los pueblos de la provincia en los últimos cinco años. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Trabajar en una de las cajas de ahorros locales era sinónimo de contrato fijo y bien remunerado hace apenas un lustro, por lo que no era de extrañar que entrar en la Casa del Cordón o en el número 1 de la avenida Reyes Católicos fuera uno de los grandes anhelos de los nuevos titulados en Burgos. Pero los tiempos han cambiado, las cajas de entonces ya no existen como tal, el sector financiero atraviesa su peor momento en España y uno de los principales yacimientos de empleo de calidad en la provincia se ha extinguido.

Antes de que la crisis financiera irrumpiese con toda su intensidad, en 2007, las entidades financieras locales mantenían 1.807 empleos en la provincia y en el conjunto de su red de oficinas en zonas de expansión, según los datos aportados en las presentaciones de resultados de entonces. Caja de Burgos presumía de haber superado la barrera de los 900 trabajadores, Cajacírculo sumaba 717 (260 de ellos mujeres, matizaban sus directivos) y Caja Rural alcanzaba los 190.

Cinco años después, la primera está integrada en CaixaBank tras pasar primero por la breve experiencia de Banca Cívica; Cajacírculo afronta en el seno de Caja3 su compleja fusión con Ibercaja Bank; y Caja Rural ha impulsado Cajaviva junto con otras tres cooperativas de crédito. En este camino de cambios trascendentales se han perdido 568 empleos aproximadamente, 427 en Caja de Burgos, que ha visto mermada un 47,7% de su plantilla, y 147 en Cajacírculo, que pierde un 20,5%. En ambos casos, principalmente en el primero, han mediado planes de prejubilaciones y expedientes de regulación que han ido agravándose en sus consecuencias a medida que lo hacía la crisis.

La destrucción de empleo no ha terminado:como es conocido hay dos EREen negociación en CaixaBank y Caja3 con 3.002 y 592 trabajadores en riesgo de despido y que, según las estimaciones iniciales de los sindicatos, podrían afectar de entrada a cerca de 70 trabajadores en Burgos del primer grupo y a otros 200 del segundo.  

Antes objeto de deseo para los que buscaban trabajo de calidad, los dos servicios centrales de las antiguas cajas ya no entran dentro de los planes de los nuevos grupos y a nadie se le escapa que en la Casa del Cordón y en el 1 de Reyes Católico sobra plantilla y se avecinan despidos o traslados forzosos.

Lo ocurrido en Burgos en los últimos años es un fiel reflejo de lo que ha sucedido a nivel nacional, donde de las 45 cajas operativas en 2007 hoy quedan 14. En los últimos cinco años, estas entidades han visto reducida su plantilla en 24.317 trabajadores, lo que supone un descenso del 19,6%. Hoy, según los datos a 31 de diciembre de 2012 de la Confederación Española de Cajas (CECA), el sector del ahorro emplea a 99.737 personas, una cifra que sufrirá drásticos recortes en 2013, 2014 y 2015.

Oficinas

La pérdida de empleo va acompañada por el goteo constante de cierre de sucursales, aunque en este aspecto es más difícil delimitar el número exacto porque las clausuras se solapan con la suma de las oficinas de los grupos que han absorbido a las cajas.

Sirva como dato de referencia que Burgos era una de las provincias más bancarizadas de España en 2007, año en el que se alcanzaron los 356 puntos de atención al público y cuando el ritmo de apertura de nuevas sucursales era de 24 al año. En aquel entonces, las trayectorias de Caja de Burgos y Cajacírculo eran parejas:la primera sumaba 189 oficinas y la segunda 183. Ambas estaban inmersas en una vorágine de aperturas en Madrid, el corredor del Henares, Aragón e incluso el País Vasco.

Hoy, solapadas con la redes comerciales propias de CaixaBank y, en menor medida, de Caja3, las antiguas cajas suman unas 130 oficinas cada una de ellas, aunque los planes de reestructuraciónen marcha pueden dejar este número a menos de la mitad. A ello hay que añadir que el resto de cajas de ahorros han desinvertido en Burgos y también han cerrado red.

La crisis financiera ha cerrado en España 4.743 sucursales, lo que supone un recorte del 20,5% hasta las 18.414 que hay abiertas en la actualidad.