La selección española entra en juego hoy (20,00 horas/Telecinco) en el Mundial 2018 contra Portugal, Cristiano Ronaldo y una crisis sin precedentes a las puertas del torneo, que desató la destitución de Julen Lopetegui y el nombramiento de Fernando Hierro, que debuta después de una vorágine de 48 horas. Precisamente, el duelo ibérico debe servir para medir los daños reales que causó el inédito cambio de técnico a última hora en la ‘Roja’, un equipo considerado a priori como uno de los favoritos al título e inmerso ahora en un caos de consecuencias imprevisibles. El ‘tsunami’ producido por el despido del seleccionador a las puertas del estrenoposee una gravedad que solo podrá calibrar el partido de Sochi.

Un choque contra el actual campeón de Europa, que conquistó el torneo continental contra pronóstico en Francia 2016 y que cuenta con un buen grupo de jugadores liderados por Cristiano Ronaldo, un goleador enorme, voraz, que reta a sus vecinos en un pulso previsible por el liderato. Futbolistas de indudable potencial como Bernardo Silva, André Silva o Gonçalo Guedes, resguardados por detrás por la experiencia de Pepe y por la fiabilidad bajo palos de Rui Patricio, acompañan a ‘CR7’, la amenaza más peligrosa para la escuadra nacional.

Por el tipo de fútbol que practican los lusos no es el mejor rival posible para España, y menos en un momento tan delicado como el que atraviesa. Alejado del juego preciosista de otras épocas, el cuadro se alzó con el título europeo, por lo que mantiene un sistema rocoso, basado en la seguridad defensiva y en la capacidad de sus delanteros para rentabilizar las pocas ocasiones creadas.  Además, y al contrario que Hierro, el seleccionador portugués, Fernando Santos, lleva meses imaginando el encuentro, cuyo resultado podría ser muy importante para el devenir del torneo de ambos equipos, no solo por los puntos, sino por el efecto anímico. De hecho, salvo sorpresa de Irán y Marruecos, que no se espera, España y Portugal se jugarán la primera posición del Grupo B.