Anduva le falla al Mirandés

@jorgealopez18
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La respuesta de la grada está siendo la peor precisamente en la temporada en la que más altas miras tiene el equipo rojillo

El Club Deportivo Mirandés es el mejor equipo de Segunda División a domicilio. Transcurridas 27 jornadas, a punto de entrar en el definitivo tercio final de la temporada, ha sumado 22 puntos lejos de su estadio, con 6 triunfos, 4 empates y 4 derrotas en 14 salidas. El líder, el Leganés, ha sumado 17 puntos lejos de Butarque. El Alavés, 20. 19 Osasuna, que disputaría fase de ascenso a Primera en estos momentos, y 18 Córdoba y Real Oviedo que correrían la misma suerte. Además, el equipo de Carlos Terrazas es, desde hace un par de meses, el conjunto más goleador de la categoría con 42 tantos anotados. Los siguientes clubes más anotadores son el Oviedo, con 39 (tercero) y el líder, con 38.

Dos aspectos fundamentales (marcar muchos goles y ser fiable fuera de casa) en la consecución de un objetivo de altas miras, como ser candidato al ascenso, los cumple a la perfección el Mirandés. Sin embargo, en estos momentos el equipo de Carlos Terrazas es noveno a 3 puntos del objetivo fijado por el técnico y que parece realmente alcanzable. ¿Qué le falta para asentarse definitivamente entre los seis mejores? Buena parte de la respuesta está en Anduva.

Cuando datos tan positivos como los de goles anotados y puntos sumados a domicilio no se corresponden con un equipo instalado en la parte altísima de la tabla, es porque fallan los factores contrapuestos: el Mirandés recibe muchos goles y es muy inestable en su estadio, en Anduva. La elevada cifra de goles encajados (33), solo superada entre los doce primeros por el Córdoba de Razak (35) y mejorada incluso por el Bilbao Athletic (31), que es penúltimo, se explica en buena parte por el arriesgado sistema de juego empleado por Carlos Terrazas esta temporada. La línea de tres defensas es un riesgo evidente cuando los interiores fallan en las ayudas o el desgaste propio del ritmo de los partidos les deja 'colgados' en algunas jugadas. Pero es, sin duda, una circunstancia conocida, asumida e inevitable cuando se quiere jugar, en algunas ocasiones, hasta con cuatro delanteros.

Pero más difícil resulta de explicar la sangría de puntos que sufre el Mirandés en Anduva. En su campo, el Mirandés 'solo' ha sumado 18 puntos sobre 39 posibles, menos de la mitad. Ha ganado 4 partidos y 9 de los rivales han 'mojado' en Anduva, 3 de ellos (Gimnástic, Oviedo y Tenerife) incluso han ganado. Solo dos equipos, el Huesca, que tiene un punto sobre el descenso, y el ya mencionado Athletic B, tienen peores datos en su estadio.

El 'maleficio' se trasladó también a la Copa del Rey, ya que de los cuatro partidos disputados ante su afición, los rojillos solo ganaron al Málaga (2-1): perdieron en el primer partido ante Osasuna (1-2, resuelto por 3-0 por alineación indebida), en el último ante el Sevilla (0-3) y empataron ante el Deportivo (1-1) antes de dar la campanada en Riazor.

Son sorprendentes los registros del equipo como local, pero más aún, para mí, son los datos de asistencia a los partidos de Anduva. La afluencia era notablemente más alta cuando el equipo sufría por mantener la categoría e, incluso, lo fue en los años gloriosos de Segunda División B. Resulta triste contemplar como el proyecto futbolístico con mayor crecimiento en España de la última década apenas congrega a 3.000 personas. El Mirandés ha pasado en diez años de ser un equipo puntero de Tercera a uno temible de Segunda, capaz de codearse con históricos y de alcanzar dos veces las rondas finales de la Copa del Rey, dejando en el camino a no pocos oponentes de Primera. Pero su afición, al menos un número elevado de ella, parece haberle dado la espalda.

En sus dos primeras temporadas en Segunda el Mirandés congregó con asiduidad más de 5.000 personas en Anduva, cerca del lleno. En la tercera el público bajó a poco más de 4.000. Y en la actual, la más exitosa, rara vez alcanza los 3.500. Las dos mejores entradas del estadio en la temporada se explican por la llegada de un millar de vitorianos para el partido ante el Alavés y una cifra similar en la visita hace un mes de Osasuna. El último domingo, con el equipo en puestos de fase de ascenso; 3.347 espectadores. Unas cifras que hablan a las claras de un problema real y realmente impensable solo tres años atrás. Sin duda, una grada más poblada y animosa ayuda a la hora de sumar victorias.

Está a tiempo el equipo rojillo de cambiar su dinámica en Anduva, pero necesita hacerlo ya porque, en el último tercio de temporada, resultará cada vez más difícil puntuar a domicilio. Todos los equipos tienen mucho en juego y se hacen fuertes en su campo cuando el final de campaña se acerca. Tiene un reto precioso a la vuelta de la esquina y resultaría imperdonable que se lo impidiera Anduva. Y más si Anduva sigue mostrando, semana tras semanas, mucho 'cemento'.