Juventud no fija límite de edad para los usuarios del albergue municipal

B.G.R. / Burgos
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La Federación de Hostelería critica duramente al Ayuntamiento y asegura que es un hotel «puro y duro». Solicitarán una reunión urgente con el alcalde para mostrar su desacuerdo

El alojamiento está situado junto a la estación de autobuses. - Foto: Marina Palacios

El futuro albergue juvenil proyectado por el Ayuntamiento en el antiguo Hotel Conde de Miranda estará abierto a «cualquier persona que cumpla con las condiciones normales de  acceso a un alojamiento, sin que sea en ningún caso aceptable la aplicación de criterios discriminatorios de admisión», según el pliego de condiciones para su gestión. De esta forma, no se fija límite de edad para el acceso a la dotación, si bien la concejala responsable de la Concejalía de Juventud, María José Abajo, habla de la posible necesidad de un carné de alberguista en las condiciones que establece la Junta de Castilla y León.  

«La instalación está prevista para que se incorpore en la red de albergues juveniles de Castilla yLeón», explica la edil, en referencia a la obligación de estar en posesión de dicha acreditación para alojarse en ella. En este sentido, las modalidades establecidas, en función de las cuales varían los precios, son cuatro: para menores de 25 años, para jóvenes de más de 25 y hasta 29, adultos (a partir de 30), así como categorías destinadas a familias y grupos.

No obstante, Abajo subraya que la dotación estará orientada a los jóvenes, sin que eso signifique la exclusión de otro tipo de público,  atendiendo a «su emplazamiento y el tipo de demandas recibidas». «Entendemos que los principales usuarios formarán parte de este colectivo, además de grupos de escolares y excursionistas que conocen esta red», afirma, al tiempo que precisa que se trata de alojamientos económicos con servicios básicos y que «en ningún caso es un negocio hotelero».

La opinión del sector es totalmente contraria a la de la concejala. Es más, critican duramente al Ayuntamiento al considerar que, según está redactado el pliego, «puede entrar cualquiera», con o sin carné de alberguista, lo que, en su opinión,  significa que es un «hotel puro y duro», subraya el presidente de la Federación Provincial de Hostelería, José Luis López. «Esto ya es un enfrentamiento directo con los hoteles de Burgos; es algo inadmisible», agrega, para después avanzar que enviarán una carta al Ayuntamiento para solicitar una reunión urgente con el alcalde, Javier Lacalle.

Los hosteleros no creen que la instalación sea necesaria en una ciudad como Burgos al existir ya otras dotaciones de similares características como las residencias de estudiantes Camino de Santiago, San Agustín y Gil de Siloé. Además, López rebatió el argumento municipal de contar con un alojamiento a precios asequibles debido a la caída de las tarifas de los establecimientos privados, llamando la atención sobre la repercusión negativa que la dotación tendrá en los de inferior categoría.

En este punto, censuró que las bases recojan la reserva de plazas para el Ayuntamiento con fin de alojar a grupos que se desplacen a Burgos por festivales o congresos, e instó a la administración local a que destine a otro fin los 150.000 euros que aportará  para las obras de adaptación y «deje de montar negocios de hostelería».

El pliego, pendiente de publicación, establece un horario mínimo de siete de la mañana a diez de la noche durante 10 meses. Tendrá que tener página web, contar con al menos 60 plazas y ofrecer desayuno, comida y cena.