El timo de la matrícula imposible

P.C.P. / Burgos
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Multan a una conductora por introducir un 1 tras las letras de la placa de su coche • Era el segundo tique de la ORA que colocaba esa mañana • Aparca a diario en la misma zona

El tique con las letras de la matrícula y el 1 al final. - Foto: DB

La nueva consigna de multar cualquier error, por evidente que este sea, al introducir números y letras de las matrículas en las máquinas de la ORA está llegando a límites que rozan el «fraude», en opinión de las víctimas de estos excesos de celo, que en las últimas semanas se cuentan por decenas.

El caso de María Ángeles Pérez se puede considerar el de una cliente habitual, de las que estaciona en zona azul para trabajar y que coloca, como mínimo, dos tiques al día. Aunque el controlador no estuviese familiarizado con su vehículo, el montón de recibos esparcidos por el suelo del habitáculo, a modo de alfombrilla, le delata. «Tengo el coche lleno de papelitos. Aparco siempre en el mismo sitio y me gasto un montón de dinero», resume.

El martes tuvo que añadir a su presupuesto en tiques de la ORA otros 2,65 euros. Lo que cuesta anular una denuncia por estacionar rebasando el tiempo permitido.Injusta, porque María Ángeles  había pagado por aparcar hasta las 4 y 9 minutos de la tarde y fue sancionada a las 12.49 horas.

En el salpicadero del coche había 2 tiques.Uno con su matrícula correcta, que expiraba a las 12 y 1 minuto, y otro con los mismos dígitos pero con un 1 al final, tras las 3 letras. Una matrícula imposible en España. Incluso a pesar del más que evidente despiste, el controlador se mostró implacable.Sanción  de 48 euros (24 por pronto pago). Al protestar contra esta «injusticia» o «timo», le dieron dos opciones: pagar por anularla o esperar a la notificación de la Policía Local para recurrir. Optó por lo primero, aunque anuncia que alegará.

Las quejas no se dirigen tanto contra el Ayuntamiento por su actuación sino por no exigir a la empresa concesionaria del servicio, Estacionamientos yServicios S.A. (Eysa), que implante una tecnología moderna y funcional. La situación vivida por María Ángeles destapa 2 fallos de ese software. En primer lugar, el programa de los expendedores no permite volver atrás o al menos anular la validación de los dígitos introducidos aunque el propio conductor haya detectado el error. En segunda instancia, posibilita introducir una matrícula imposible, con más letras y números de los legalmente autorizados, o con combinaciones que no existen, como le ha ocurrido a ella misma.

Además de los 2,65 euros -¿a quién exige su devolución?- se queja de que funcionarios municipales tengan que dedicar tiempo a tramitar denuncias y recursos motivados por el, a su juicio clamoroso mal funcionamiento de una empresa privada, Eysa.

Otros ciudadanos ha reclamado que se crucen los datos entre los parquímetros y las agendas electrónicas de los controladores para que, antes de interponer una denuncia, el propio sistema contraste que efectivamente el tique no se ha expedido ni está en vigor en el momento de imprimir el boletín de denuncia.