La sangría poblacional provocada por la crisis económica en buena parte de España sigue teniendo efectos directos en la capital burgalesa. Por mucho que el desempleo se haya aliviado en los últimos meses de forma notable, la tendencia a la baja del censo de la ciudad se mantiene y cada día el padrón que controla el Ayuntamiento de Burgos y va perdiendo habitantes en un goteo constante. Los datos que maneja la sección de Estadística de la Casa Consistorial reflejan que, fechado en la primera semana de este mes de septiembre, la capital contaba con 176.619 personas inscritas. Son 3.089 habitantes menos que en enero del año 2013.