El firme de los cerca de 5 kilómetros del tramo entre San Bol y Hontanas estaba en unas condiciones tan pésimas debido al mal drenaje del suelo que el barro se adueñaba del trazado y las quejas de los peregrinos se multiplicaban. Y ante la negativa de la Junta a adecentar el terreno por falta de presupuesto, los alcaldes de Iglesias, Castellanos de Castro y Hontanas decidieron costear su arreglo.