Hasta ahora la falta de especialistas y de médicos en general en la sanidad arandina se ha llevado todos los titulares y eslóganes de pancartas, pero las deficiencias en el servicio público no se limitan a este sector. En enfermería también se sufre una sobrecarga de trabajo que dificulta la atención al paciente. En el Sindicato de Enfermería Satse de Burgos señalan que «son reiteradas las demandas que se han hecho para el aumento de plantilla de personal de enfermería, por ejemplo, en el servicio de Urgencias del hospital Santos Reyes. Ya en el mes de abril se solicitó una profesional más y dos auxiliares para dotar el triaje de Urgencias, sin tener todavía respuesta». A esto añaden que la gerencia del propio hospital arandino les ha manifestado que «ha solicitado a la Gerencia Regional de Salud el aumento de plantilla orgánica del personal de enfermería para reforzar servicios con sobrecarga para este grupo de profesionales, sin recibir respuesta».
A falta de que la Junta de Castilla y León acepte o no la demanda de aumentar la plantilla, el número de enfermeras por cada mil habitantes que hay en la Ribera está más de un punto por debajo de la media nacional. En Satse afirman que en España la ratio es de 5,3 enfermeras por cada mil ciudadanos, en Castilla y León la cifra baja hasta las 4,31 y en Burgos hasta las 4,17. En el sindicato indican que aunque no disponen del cálculo exacto en el Santos Reyes, saben que «los hospitales comarcales están aun peor dotados de personal de enfermería», por lo que la relación sería inferior a esas 4,17 profesionales.
Análisis desde dentro. En el hospital de Aranda actualmente todas las plazas de enfermería están ocupadas y, según declaran desde Satse, se cubren las vacaciones -cosa que no pasa en la Atención Primaria de la Ribera- pero el problema no son las vacantes. El problema se encuentra en que las plazas asignadas al centro, según las profesionales, no son suficientes para el número de habitantes que hay. «Tenemos tanta demanda de trabajo por la que tú no puedes dar una asistencia de calidad al paciente. No tienes más que dos manos, no tienes ni tiempo ni capacidad suficiente para poder atender todo el trabajo que tienes. Desde la administración creo que no tienen bien controlado que el aumento de la población y de la demanda que hay en hospital no está cubierto con el personal suficiente», declara una enfermera del Santos Reyes.
La situación de estrés se agrava en el servicio de Urgencias, donde «a veces hay muchas horas de espera y gente que verdaderamente necesita una atención, pero materialmente no hay sitio par atender a la gente ni a veces el personal suficiente». Habitualmente hay dos enfermeras y uno o dos auxiliares que no pueden con el nivel de Urgencias. Servicio en el que repercuten las deficiencias en la Atención Primaria. «Al final el paciente quiere que se le atiende y para él lo suyo es lo más importante y no tiene por qué saber de medicina», declara la profesional. Para intentar priorizar las atenciones se ha establecido el triaje (una clasificación de pacientes según su patología y gravedad). «Si atiendes por orden de llegada se te puede quedar un infarto esperando y eso es una urgencia vital, y un catarro sí puede esperar cinco horas», explica la sanitaria.
A nivel profesional, las enfermeras también encuentran diferencias entre trabajar en un hospital comarcal y uno de referencia. En los primeros hay menos especialidades y en algunas urgencias, como las de Aranda, tienen que estabilizar al paciente para enviarlo a otro centro, al de referencia. Eso sí, en los comarcales las enfermeras son «más generalistas. En una planta de cirugía ves de todo. El Santos Reyes es bueno para la gente que empieza, así ven de todo y luego ya pueden decir, esto me gusta y esto no, pero tienes que verlo». La solución para mejorar el servicio de enfermería, insiste la sanitaria, pasa por «poner más personal». Porque el actual «no es suficiente». «Si estoy atendiendo a un paciente con una parada desde luego que no puedo atender a otro en camas que me llama porque se le ha acabado el suero. Es que estoy en otro sitio, es que no tengo más manos», lamenta esta enfermera del Santos Reyes.
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