No es fácil para un invidente ensayar una partitura que no puede ver ni leer en braille porque con su instrumento no tiene las manos libres. Tampoco es sencillo para una persona con síndrome de Down mantener el nivel de una clase de Conservatorio. Pero Pablo Elvira o Blanca Chicote suplen sus limitaciones con motivación y ensayos, al igual que los miembros del Coro de la ONCE o Asier Mediavilla.