Un piso de la calle Calvario -nombre tristemente premonitorio- fue el escenario de los abusos que sufrió presuntamente una niña de 7 años a manos del marido de su abuela. Sucedieron en 2014 y ayer la víctima tuvo que rememorarlos durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial. Prestó testimonio por videoconferencia y ratificó todo lo que relató a las cuidadoras que a la postre acabaron denunciando el caso ante los Servicios Sociales. Que el acusado se acostaba junto a ella y le tocaba las partes íntimas, que se duchó en ocasiones con ella y que le ponía películas pornográficas en su presencia.