Los hechos se remontan al pasado 20 de julio, cuando el Seprona de Santa María del Campo tuvo conocimiento de la presencia de una persona en las proximidades del yacimiento arqueológico de Clunia que, auxiliada por un detector de metales, realizaba búsquedas con el fin de localizar objetos enterrados. Las pesquisas practicadas permitieron identificar y localizar al varón y encontrar las piezas.