Es un asunto delicado, que toca muchas sensibilidades y en el que incluso se mezclan cierta resistencia vecinal o de las personas directamente afectadas. El cambio de las calles que vulneren la Ley de Memoria Histórica, decidido por el Pleno del Ayuntamiento en abril de 2016 con la unanimidad de todos los grupos, sigue pendiente de cumplirse y no parece que vaya a aplicarse en el corto plazo.