El 26,6 por ciento de la población española -más de una de cada cuatro personas- está en riesgo de pobreza y exclusión social, 2,1 puntos más que en 2008, y a pesar de que este porcentaje está cayendo desde los últimos tres años, dato que convierte a España en el cuarto país de la UE donde más ha subido desde el inicio de la crisis, según las cifras publicadas por Eurostat ayer.  En total, son 12,3 millones de españoles los que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Solo ha crecido más en Grecia (6,7 puntos porcentuales más, hasta el 34,8 por ciento de la población), Luxemburgo (6 puntos más, hasta el 21,5%) e Italia (3,4 puntos más, hasta el 28,9 por ciento), aunque también ha avanzado en Dinamarca, Estonia, Irlanda, Chipre, Letonia, Lituania, Países Bajos y Suecia desde el inicio de la recesión. 

En términos absolutos, Bulgaria, con un 38,9 por ciento de población en riesgo de pobreza, le sitúa como el país con más personas vulnerables, seguido de Rumania (35,7) y Grecia (34,8), muy por encima de la media. En el conjunto de la UE, el 22,5 por ciento se encuentra en esa situación. 

Por el contrario, República Checa (12,2 por ciento), Finlandia (17,4), Eslovaquia (16,3), Países Bajos (17), Francia y Eslovenia (17,1 por ciento), Dinamarca (17,2), Suecia (17,7), Austria (18,1), Alemania (19), Malta (19,2), Polonia (19,5) se quedan por debajo de la media. 

Este indicador de vulnerabilidad se mide teniendo en cuenta el porcentaje de población cuyos ingresos siguen por debajo del nivel de riesgo pese a recibir ayudas sociales, la población que sufre privación material -no puede pagar la factura de calefacción o permitirse una semana de vacaciones- y las personas que viven en hogares donde los adultos trabajan menos de una quinta parte que el año anterior. 

El umbral de pobreza en España se sitúa en ingresos de 8.522 euros anuales en el caso de un adulto y de 17.896 euros al año en hogares con dos adultos y dos menores.