Los hechos ocurrieron en marzo de 2015. Del negocio se llevaron efectos de automóvil (llantas, ruedas...), herramienta diversa, un ordenador y dos mini motocicletas. Al valor del material sustraído había que sumar el de los desperfectos ocasionados, todo ello próximo a los 23.000 euros. La localización de una de las minimotos en una web de venta online permitió identificar a los autores del robo.