Los robos habían comenzado en el mes de octubre en viviendas unifamiliares. Además de objetos de valor se llevaban también ropa, calzado y otros enseres domésticos.Agentes de la Benemérita detectaron un grupo de extranjeros sin actividad laboral conocida ni fuente de ingresos licita, a los que empezaron a seguir de manera discreta. Tenían alquilados dos pisos, uno en Las Merindades y otro en la provincia de Vizcaya y se desplazaban en vehículo a las provincias donde luego eran denunciados los robos.Actuaban al anochecer en viviendas qué estaban vacías. Saltaban la valla y accedían al interior tras romper una ventana, casi siempre ubicada en la parte posterior. Una de las herramientas dejaba en ella una muesca característica.El Juzgado 2 de Villarcayo mantiene abierta la investigación.