La última semana de junio es sinónimo de fiesta en Burgos. La festividad de San Pedro y San Pablo es la efeméride festiva por excelencia de la capital pero no siempre fue así. La ciudad ha escogido a lo largo de su historia distintas fechas a la hora de celebrar sus fiestas mayores. En todas un denominador común: toros, actos y gentío, aunque el clima, como hoy, no siempre ha sido benevolente.