Este verano se cumplirán 7 años desde que culminaran las obras de la última ampliación de Villalonquéjar IV. No sería acertado afirmar que, cuando la crisis económica ya se había echado encima, existía un desmedido optimismo por la venta de suelo industrial. Pero también es cierto que tampoco se adivinaba entonces que habría que esperar hasta la primavera de 2018 para ver cómo la ampliación del polígono industrial más extenso de la ciudad empezaba a coger color y, a día de hoy, se ve salpicada de grúas que anticipan importantes inversiones de empresas burgalesas.Más en la edición impresa o aquí.