En el año 2010, según los datos publicados por el Banco de España, los burgaleses tenían más de 15.000 millones en deudas con los bancos, mientras que su depósitos se situaban en los 11.562 millones. Esta situación ha dado un giro de 180 grados 7 años después, ya que ahora los ahorros se encuentran un 30% por encima del saldo crediticio vivo.