El verde militar se impuso durante décadas en la que algunos apodaron como "la ciudad de los cuarteles o de los militares". El Burgos del siglo XIX, y en especial el de la primera mitad del siglo XX, fue una de las plazas militares más potentes del país, llegando a convivir en la urbe entre 5.000 y 6.000 militares de distinto rango. Una estampa muy distinta a la de moderna capital del siglo XXI.