La campaña que está a punto de finalizar va a ser nefasta para los productores que no venden su producto acogidos a un contrato, sino por libre, de ahí que en los últimos años muchos agricultores decidieran suscribir contratos para garantizarse la rentabilidad de sus producciones, algo que no sería factible de otro modo, llegando incluso a no cubrir costes porque el precio de la patata se hunde.