Una sangría demográfica

L.M.
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La provincia pierde 1.266 habitantes en 2017 y se sitúa en niveles de 2004. El avance del Padrón Continuo refleja que al inicio de 2018 se registraron 356.905 vecinos en Burgos, un 0,78% menos que hace 12 meses, una caída superior a la media regional

Los números nunca mienten, y en muchos casos son un claro ejemplo que reafirman el grave problema que tienen ciertos territorios de toda la geografía nacional con la despoblación. Según los datos del avance del Padrón Continuo, difundidos ayer por el INE, a 1 de enero de 2018 la provincia de Burgos sumaba 1.266 personas menos que en esas mismas fechas de 2017, alcanzando las 356.905, un 0,78% menos que un año atrás, cuando se registraron 358.171 habitantes. Esta cifra para nada debería sorprender, ya que desde que se alcanzara en 2011 el pico histórico de población en territorio burgalés, fijado en 375.657 personas, los números rojos han predominado en este índice que elabora de manera anual el INE.Más en la edición impresa o aquí.