Barcelona enmudece por las víctimas

SPC
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Familiares evocan con flores a los fallecidos y centran la jornada de homenajes. El Rey da su apoyo a los afectados y les recuerda «estamos con vosotros». Los independentistas colocan pancartas en rechazo a la presencia de Felipe VI

El respeto y la emoción se adueñaron ayer de Barcelona, en una jornada en la que la ciudad al completo enmudeció en recuerdo de las víctimas de los atentados que un año antes sembraron el terror en su corazón. Un silencio que se hizo protagonista, junto a los familiares de los damnificados por los ataques del 17-A, en un día en el que el sentido tributo a los seres queridos primó por encima de todo.

Así se hizo evidente en un sobrio acto celebrado en la plaza de Cataluña, presidido por los Reyes y con la presencia de los líderes del Gobierno y de la Generalitat. Tras semanas de tensión política, el homenaje se llevó a cabo con normalidad, con todo el protagonismo centrado en los afectados y sus allegados, a quienes Felipe VI y las demás autoridades saludaron uno a uno personalmente. En concreto, el Monarca quiso transmitirles el cariño de todos los españoles, y les recordó: «estamos con vosotros». 

La ceremonia, marcada por la sobriedad, arrancó con El cant dels ocells (El canto de los pájaros), un oficioso himno de la paz compuesto por Pau Casals, que interpretaron 15 alumnos violoncelistas de escuelas municipales de Barcelona, al que le siguió la lectura de un fragmento de un poema de John Donne, Devociones sobre situaciones inesperadas, leído por ocho jóvenes que profesan distintas religiones en las ocho lenguas de las víctimas del 17-A.