El número de agentes que la Guardia Civil y la Policía Nacional dedican en la provincia para dar seguridad a estas mujeres se ha multiplicado por tres en los últimos doce años, lo cual revela lo que muchos expertos esgrimen, que el maltrato a la mujer ha de ser atacado desde muchos otros ámbitos y no solo el penal. Ambos cuerpos de seguridad analizan cada caso y establecen el nivel de riesgo