La sanidad no sale de la crisis

G.G.U.
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Menos profesionales y más listas de espera. Desde 2010, el sistema ha perdido 70 efectivos en Primaria; los mismos que ganan los hospitales, aunque con matices: hay más especialistas, pero Enfermería ha ido a menos. No se ha recuperadosalario.

La sanidad no sale de la crisis - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La plaza del Cid es el punto de encuentro para quienes quieran sumarse mañana a una nueva manifestación de la Plataforma por la Sanidad Pública (12.30 horas) para reivindicar el fin de lo que consideran «el desmantelamiento de la Atención Primaria». Este colectivo ciudadano coincide con el Colegio de Médicos de Burgos (Combu), quizá por primera vez, en que la asistencia sanitaria de proximidad, la del centro de salud, vive una crisis sin precedentes. Y parece que la estadística oficial de la Consejería de Sanidad les da la razón, al menos sobre el papel.

Pero el día a día en los hospitales tampoco es el mismo que antes de los recortes de 2012: las plantillas están más que ajustadas y hay más trabajo, lo cual redunda en más listas de espera. Así que si en algo coinciden quienes han participado en este reportaje es en que la mejora a la que alude la macroeconomía está por llegar al sistema sanitario de Castilla y León:la crisis es más fuerte ahora que en 2010.

El porqué lo explica el representante del sindicato médico CESM en Burgos, Fernando García Picón. «Lo que en 2012 se nos presentó como un plan de reordenación de recursos, con el que estuvimos de acuerdo, se ha convertido en una amortización de plazas. Yen un empeoramiento de la atención, con la consiguiente pérdida de calidad para el paciente», dice.

Sobre la progresiva reducción de efectivos en la Atención Primaria hay unanimidad, aunque es difícil ponerle cifras exactas. Las que aparecen en este reportaje se han obtenido de dos informes oficiales de la Consejería de Sanidad sobre ‘Recursos Sanitarios Públicos’, el de 2010 (año en el que todavía no se preveían los recortes de 2012) y el de 2017 (que es el último ejercio completo). Todo ello se ha reforzado con información de las estadísticas oficiales sobre ‘Actividad Asistencial’; en este caso de 2011 (la de 2010 no está disponible) y de 2017 (de nuevo, porque es el último año con datos cerrados).

Así, la Junta afirma que en 2010 trabajaban en los centros de salud y consultorios 494 licenciados especialistas (en su mayoría médicos de cabecera y pediatras, pero también farmacéuticos u otras profesiones sin especificar) y el año pasado eran 439. La merma es de 55 profesionales, a los que hay que añadir 15 efectivos de Enfermería (incluidas matronas). En total, el papel refleja que hay 70 trabajadores menos, pero podrían ser más.

Tanto el portavoz de CESM como el de la Plataforma por la Sanidad Pública, el también médico de cabecera Juan Antonio Ayllón, afirman que es un hecho incuestionable que en la provincia hay 13 médicos de familia menos, pero añaden que en los últimos tiempos Sacyl ha utilizado una «estratagema» que dificulta hablar con precisión: el puesto como tal se mantiene en la estadística, pero el profesional es trasladado. «No se han perdido las plazas, pero tampoco están ocupadas», afirman, destacando lo cansino que es asistir a una gestión sanitaria en la que las personas se reducen a cifras. «Sedano tenía 4 médicos y ahora son dos. Argumentan que tocan a 250 pacientes cada uno en las siete horas de jornada. ¿Pero qué pasa con las otras 17 horas? Después de una guardia no se trabaja  y eso significa que quien se queda tiene 500 personas. ¿Y si hay avisos domiciliarios? La estadística funciona sobre el papel, pero no en la realidad del día a día», critican en CESM.

gestión por ratios. Sin embargo, en ocasiones las ratios también reflejan la sobrecarga y la falta de recursos humanos. Ocurre, de nuevo, en la Atención Primaria, donde la estadística constata que las tres categorías sanitarias están por encima de la media: cada facultativo tiene asignadas 789 tarjetas (la media regional son 723); cada pediatra, 1.024 (la media es 929); y, por último, cada enfermera tiene asignados 949 pacientes (a pesar de los 845 de la media).

Yen la Atención Especializada, a pesar de que entre los tres hospitales de la provincia se registra un incremento de plantilla de 73 personas (sobre un total de 2.950 efectivos sanitarios), las cosas tampoco están mucho mejor. El presidente de la Junta de Personal del Área de Burgos, el pediatra Pablo Oyágüez, también lamenta que todo se organice de acuerdo a las ratios de los países de la OCDE. «Es cierto que en el cómputo global de médicos estamos un pelín por encima [no así si se analizaran los datos por especialidades y servicios, muy desiguales], en enfermería están muy por debajo, como en 2/3 de la media de la OCDE», dice Oyágüez, destacando que «han llevado las plantillas a mínimos, es que menos no se puede tener».

En este caso, con el agravante de que en el mercado laboral español hay cientos de profesionales de Enfermería preparados y parados. «No ocurre lo mismo que con los médicos, que de algunas especialidades no encuentran, en Enfermería es que no se quiere hacer», destaca la presidenta del Colegio de Burgos, Esther Reyes.

Ese ajuste o «limitación» de plantillas, reconocido incluso por la gerencia del HUBU, ha tenido que hacer frente a mayor carga de trabajo. En el caso de las consultas, el incremento es del 45%. Lo cual se traduce en más gente en lista de espera: de las 18.694 que, según el consejero, esperaban cita a finales de 2011, se ha pasado a las 24.163 de 2017. «Es de lo poco positivo que ha habido en estos últimos años, que, a pesar de la carga que hay sobre el personal, se ha mantenido la motivación», concluye Oyágüez.