«Una olimpiada es un reto y encuentras ejercicios que van más allá de los que se ven en clase», comenta Borja López, que reconoce que siempre ha sido un buen estudiante. Primero, durante su etapa en el Antonio Machado y después en el instituto. Pero más que bueno podría decirse que su expediente es brillante, con un 9,6 de nota media en Secundaria y un 9,5 en lo que lleva de Bachillerato.