Lacalle: «Llevo muchos años y hay que plantearse cosas»

A.M.
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El alcalde repasa en una entrevista el estado de los proyectos de la ciudad, pero no avanza cuál será su futuro a partir de mayo «Mentiría si dijera que no me he planteado dejar el Ayuntamiento, pero la decisión se tomará después del verano»

El error de bulto de los rivales políticos de Javier Lacalle, tanto los de dentro como los de fuera, ha sido siempre el mismo: no calibrar con precisión la potencia de sus habilidades por culpa de lo manifiesto de sus defectos. El concejal de Juventud al que Valentín Niño trataba con condescendencia paternalista se convirtió en el concejal más poderoso de los gobiernos de Juan Carlos Aparicio, del que supo aprovechar su intermitencia en la política municipal. Mutó a candidato y ganó a todos sus rivales, incluso en el contexto más desfavorable de la historia del Partido Popular, del que es algo más que un número dos in péctore en Burgos y una mano cada vez más firme en el circo regional. En un equilibrio municipal casi sin precedentes, Lacalle ha vuelto a ser el funambulista más hábil del cartel, aunque su función podría estar tocando a su fin. O no.

20 años en el Ayuntamiento casi ininterrumpidos y siempre en el gobierno. Tendrá una sensación particular al pensar que este es su último año aquí...

No tiene nada que ver el gobierno en mayoría absoluta a tenerlo tan atomizado como están ahora todas las administraciones. Nos hemos tenido que adaptar a la nueva situación, pero estoy contento por haber llegado a acuerdos importantes, evidentemente con más dolores de cabeza que en otros momentos.

Repito: este es su último año en el Ayuntamiento.

Bueno, no lo sé. Lo que sé es que llevo una trayectoria de trabajo municipal importante y cuando llegue el día, en los próximos meses, procederá tomar la decisión que proceda sobre si continúo o se produce una renovación y vienen otras personas. Se decidirá después del verano.

Entonces ha cambiado de planes. Hace ya meses que su idea era anunciar que no continuará optando a la Alcaldía.

Yo no he cambiado ningún plan ni jamás he hablado públicamente sobre mi futuro. Sobre todo porque no lo sé. Hablaré con la familia y con el Partido y tomaremos la decisión que proceda porque es cierto que llevo ya muchos años en el trabajo municipal y hay que plantearse situaciones, ver pros y contras. Siga o no siga, estaré con plena intensidad hasta el último momento. Si digo que no me he planteado en ningún momento el futuro en ese sentido mentiría; en determinados momentos se pasa por la cabeza.

Tenía la decisión tomada.

Jamás he hablado en público sobre la decisión que toque, aunque muchos lo hayan dado por hecho. Cada uno se hace sus reflexiones. Entiendo que antes de Navidad tomaremos, en plural, la decisión definitiva.

Además de escuchar al Partido y a la familia, procede analizar el horizonte electoral de cada uno. Usted arrastra el desgaste de muchos años en el gobierno...

Y todo lo contrario: te consolida. Lo hemos visto en la última encuesta que ha hecho el PSOE, en la que el único responsable político de toda la ciudad que aprobaba era el alcalde. Me he sentido muy satisfecho de que hagan encuestas en la oposición y salga el más valorado. Yo percibo cariño de la gente, más que nada porque el que no considera que eres el mejor alcalde se lo guarda, pero del resto recibo un cariño que no recibía hace tiempo. Eso no va a condicionar la decisión que tome.

Así que está convencido de que si se presentara a las elecciones sacaría un resultado mejor.

No lo sabes. Tan cambiante como es esto, nunca sabes ni lo que vas a cenar esta noche. Es cierto que en las últimas elecciones conseguimos mantener la responsabilidad de gobierno cuando en la mayoría de las capitales de provincia se perdieron.

Han pasado de tener 15 concejales a tener nueve.

Como en todos los sitios, los cinco concejales que se perdieron ha sido la dinámica de todos. Dentro de los malos resultados que tuvimos en el 15, en algunos sitios salvamos los muebles y en otros no.

Fueron los peores resultados de la historia del PP en Burgos.

Como en toda España. Se perdieron casi todas las comunidades y más de la mitad de las capitales de provincia. Estuvimos en el puesto 12 capitales de provincia con los resultados ‘menos malos’ de toda España. Pero esto es el tsunami que vivimos en 2015; algo tendrá que ver el trabajo donde conseguimos seguir gobernando. En el 19 no sabemos qué pasará y no me va a condicionar a la hora de tomar la decisión.

¿Qué ha cambiado? ¿Quizás la situación del Partido Popular?

¿Qué ha cambiado respecto de qué?

En otoño hubo una reunión de presidentes provinciales en Mallorca, a la que asistió Ángel Ibáñez, en la que se determinó que los candidatos a las capitales estarían decididos antes de verano.

Dijeron que sería importante empezar a trabajar, pero nunca se llegó a marcar una fecha exacta, o nunca nos lo han llegado a trasladar a la organización regional ni a la organización provincial. Claro que hay que ir trabajando en las candidaturas de los diferentes municipios, las cosas no se pueden dejar para el final. Se ha hecho un trabajo oficioso y de campo. Pero calendario no tenemos: lo marcará la nueva Dirección nacional del Partido.

¿Me está diciendo que se trabaja en las candidaturas de los pueblos y no han hablado de la capital?

Sí, claro. Es verdad que en las capitales no se ha trabajado. No puedes dejar 371 ayuntamientos para última hora. Hay que ir viendo qué posibles candidatos puede haber, pero las decisiones no se tomarán hasta dentro de varios meses.

Por eso mismo le estoy preguntando, por el ‘tanteo’ previo.

En todo el mundo rural es algo en lo que se empieza a trabajar desde mitad de legislatura. En las capitales de provincia, porque es un número mucho más reducido que nada tiene que ver con los 2.200 ayuntamientos que hay en Castilla y León, se plantea cuando dice Madrid.

Si hay que buscar sustituto... ¿Qué tal Ángel Ibáñez?

Yo no planteo nada porque no hemos tomado la decisión.

Ibáñez es el sustituto que usted ha defendido, y además con fiereza, a nivel interno.

Yo no he hablado de ningún candidato en estos momentos porque el primero que no sabe si va a continuar soy yo. Yo sé que esto es muy mediático, pero no hemos hablado con ningún candidato ni el presidente provincial ni yo, como responsable autonómico, hasta despejar si yo continuo o no continuo.

Veo que subraya usted mucho su condición de responsable regional.

Es que me toca vivirlo en el día a día, y esa coordinación es la que me toca también en clave electoral.

¿Quién gobierna en este Ayuntamiento?

Creo que, como corresponde en todos los ayuntamientos, el alcalde siendo capaz de llegar a acuerdos con otros grupos políticos.

En el PSOE dicen que gobiernan ellos...

Normal. Al PSOE tengo que agradecerle que hayan sido responsables y hayan permitido que se hayan podido aprobar las principales actuaciones de la ciudad: presupuestos, inversiones... Una responsabilidad que no he visto en Ciudadanos, que empezaron bien los primeros meses pero luego ha sido un desastre, ni por supuesto en los radicales podemitas de Imagina, que han votado en contra de todo. Claro que le estoy agradecido a la colaboración que ha tenido el PSOE, que creo que no ha sido con el alcalde o el equipo de Gobierno, sino con la ciudad. Es lo que nos ha permitido estar transformando la ciudad y ser los que más inversión estamos haciendo en Castilla y León. Eso no pasa por inspiración divina, ha habido un trabajo detrás. Cuando llegue el 21 de mayo cada uno votará lo que considere oportuno, pero se ha demostrado una responsabilidad con la ciudad por parte del PSOE que no han tenido otros grupos municipales, eso es una realidad.

El resultado de unas elecciones también suele ser consecuencia, para bien o para mal, de lo que sucede en los cuatro años anteriores.

Hay una influencia importante, y cada vez más, de cómo esté la marca en ese momento. En las anteriores vino el tsunami que vino. Vamos a verlo, pero quiero pensar que se pueda valorar el trabajo municipal más allá de cómo se encuentre la marca nacional de cada partido.

Deduzco que considera que fue un error acercarse tanto a Ciudadanos.

Sí. En el inicio de la legislatura tenía mucha ilusión con poder cerrar acuerdos con C´s, pero ha sido un desastre, uno de los mayores fiascos desde la época de Baeza. Es más, han tenido planteamientos más radicales y surrealistas que los que hizo Baeza en su día. Ha sido un bluf que ha defraudado a la inmensa mayoría de los burgaleses y sería muy triste que porque una determinada marca cotice alza a nivel nacional no se tenga en cuenta el desastre que ha sido C´s y la señora Bañeres en el Ayuntamiento de Burgos. En las formas no tienen nada que ver, pero en el fondo han sido de lo peor que le ha podido pasar a esta ciudad, y lo dice quien en su momento confió en ellos. Alabé su responsabilidad al inicio de la legislatura y qué defraudado he quedado. Cuando alguien llega a un Ayuntamiento no tiene por qué conocer cómo funciona esto, pero está terminando la legislatura y no han mirado un expediente, no saben ni dónde están los barrios de la ciudad, siguen siendo frívolos y a mí me da pena. La señora Bañeres se toma el Ayuntamiento con toda frivolidad, y esto no es un juego de niños. Si dependiera de ellos, el Ayuntamiento ahora estaría hundido.

Cuando negocia con el PSOE... ¿con quién negocia?

(Silencio). ¿Tengo que ser sincero? La mayoría de las veces con Fernández Santos o De la Rosa, que son los interlocutores habituales. Las cosas de actuaciones económicas o urbanísticas, con el portavoz en esas comisiones, que es Fernández Santos.

Si, como dice, este Ayuntamiento lo gobiernan usted y su equipo, entonces el PP es el responsable del convenio de Artillería, ¿no?

Es una propuesta del PSOE rectificando su postura inicial y su programa electoral, que era convertir Artillería en un ‘pequeño Retiro’, palabras textuales de De la Rosa. Esa no es la solución que se ha planteado. Será algo intermedio. Yo no podía compartir la propuesta inicial, pero esta solución puede ser más razonable dentro de un debate que yo no hubiera abierto. Eso es fruto de los convenios urbanísticos firmados en su día y creo que es bueno que haya viviendas en esa zona, que es amplia. Me parece más razonable la solución propuesta hoy que la que llevaron a la campaña electoral.

Riodaser iba a construir 332 viviendas en Artillería y a la ciudad no le iba a costar nada. Con el convenio, Riodaser va a construir 320 viviendas en Artillería, 75 en Cellophane y el Ayuntamiento va a perder más de ocho millones de euros en suelo. ¿Firmaría usted ese acuerdo si se tratara de su patrimonio?

Es una solución que yo no plantearía nunca y por eso no lo hicimos. A partir de abrir el debate desde un partido político y sumarse otros, lo que digo es que es una solución menos mala que la planteada en su día. Hay dos cosas importantes: que sean viviendas (las de Artillería, no las de Cellophane) limitadas en el precio y que cambia la edificabilidad y se generan más zonas verdes.

Los tribunales, a instancias del PSOE, ya anularon una entrega de suelo municipal ‘a cambio de’. Fue el Peña Amaya, operación que usted auspició y no se pudo revertir.

Efectivamente, en el caso del Peña Amaya era un inmueble que el Ayuntamiento adquirió para poder hacer diferentes actividades y había una compensación en otros sitios... Tiene un cierto paralelismo. Se hizo y lo llevaron a los tribunales... Sí, sí, eso es una realidad.

Hay presupuesto, los consorcios se han refinanciado... ¿Esto ya va de cortar cintas hasta mayo?

La legislatura está orientada en todos sus frentes. Hemos sido la ciudad más inversora de 2017 en la región y nos vamos a encontrar con obras que finalizan, otras muy avanzadas para el final del mandato y otras que se estarán iniciando. No nos vamos a dormir, con independencia de la continuidad o no de un equipo de gobierno. Las actuaciones aprobadas en los últimos plenos van a marcar toda la primera parte de la próxima legislatura. Esté quien esté, la mitad de la próxima legislatura la va a tener hecha.

¿Ve como sí habla como un alcalde en retirada?

Estoy diciendo que la próxima legislatura está lanzada para el siguiente, se llame como se llame.

Está sucediendo algo estupendo pero con lo que nadie contaba al inicio de la legislatura: el suelo industrial vuela. ¿Es consciente de que, si siguen así las ventas, se agotará muy pronto?

Soy totalmente consciente. Así como no vendíamos una parcela hace unos años, la demanda ahora es tremenda e incluso hemos podido incrementar el precio del suelo, y eso trae inversión y empleo, en torno a 1.100 puestos de trabajo con lo que estamos vendiendo desde el 2016 hasta aquí. No puede repetirse que la ciudad esté sin un solo metro de suelo industrial. Ya estamos trabajando en ello y mi compromiso es que aprobemos una gran modificación de suelo industrial en todo lo que era el CAE en el último trimestre del año. De forma simultánea, incluso contratar la empresa que elabore todo el planeamiento de desarrollo. O nos ponemos las pilas para generar nuevo suelo industrial o podríamos tener el problema de agotar la cuarta fase de Villalonquéjar y no ser capaces de responder a posibles inversiones. Además, estoy convencido de que contaremos con la unanimidad de los grupos.

No es su responsabilidad pero, ¿no es vergonzante lo que está pasando con el Parque Tecnológico?

Sí, lo es. Se ha convertido en un calvario; hemos insistido por activa y pasiva a la Junta, que ha estado condicionada por los problemas judiciales, pero desde el punto de vista de gestión pública es una actuación sonrojante. La Junta ha metido allí decenas de millones, pero de nada sirve si no lo concluye. Nació bien, pero se ha complicado porque hubo pasos de la Junta que no fueron los más correctos, como el intentar llegar a acuerdos con los propietarios en vez de ir a expropiar directamente. Habría que haber tenido la sartén por el mango desde el primer día. Hay que concluir la urbanización y ponerlo a disposición de las empresas cuanto antes.

Pues ni siquiera han licitado los accesos.

Eso es algo que nunca llegué a entender. Lo hablé con los consejeros de la Junta en distintos momentos: ¿cómo se saca un concurso para contratar unas obras sin tenerlo unido con una carretera nacional? Es inexplicable; nunca se me dio una respuesta... Bueno, sí. Que se hacía para ganar tiempo. Al final, se avanzó en una cosa y no se llegó a conectar la otra.

Su decisión de peatonalizar los domingos la calle Santander ha sido definida como una «ocurrencia».

Yo he hecho una apuesta muy clara desde hace años por recuperar espacios para las personas. Llevamos 42 espacios públicos peatonalizados y creo que el resultado ha sido fantástico. Debemos continuar con alguna peatonalización más...

¿Por ejemplo?

No estamos redactando el proyecto, pero no veo sentido a que la calle Trinas no sea peatonal; la calle Calera es una calle privilegiada, y al lado está la calle Miranda, que habrá que planteársela algún día. La prolongación del paseo de la Audiencia lo está pidiendo a gritos, el primer tramo de la calle Vitoria necesita más acera... Y, por supuesto, Hortelanos. Lo que planteo ahora es algo que hacen otros y aquí nunca habíamos experimentado, que es hacer peatonalizaciones parciales los domingos. Hemos empezado en Santander y es exportable a San Pablo y la calle Vitoria. Es una situación nueva que no ha generado ningún problema. Cada cual tendrá una opinión, pero yo creo que es positivo. No obstante estoy convencido de que la calle Santander, más antes que después, será completamente peatonal. Al principio genera problemas, pero luego la gente se acostumbra.

Lo que era una prioridad es el nuevo mapa de líneas de bus, pero no parece que vaya a verlo en marcha.

La idea era hacer una remodelación, pero con los recursos técnicos y humanos disponibles, y eso no fue lo que me presentaron en la anterior legislatura. Sí puedo decir que se ha trabajado mucho en una remodelación importante por parte de Jorge Berzosa y Antonio Fernández Santos y espero que pueda haber una mejora considerable de las líneas. Me gustaría que pudiera ser en este mandato porque ese trabajo está muy ultimado, pero con los recursos que tenemos. Hemos renovado la mitad de los autobuses a través de acuerdos con el PSOE y creo que se está dando calidad de servicios, pero hay líneas mejorables.

¿No le preocupa lo que pueda pasar con la obra del estadio de fútbol?

Va a pleno ritmo, incluso con algo de adelanto. ¿Por qué debería estar preocupado?

Porque fue llamativo que nadie quisiera hacer una obra de cinco millones. Al parecer, los números no salen.

Los números van muy ajustados. Bueno, hubo al final una empresa que se presentó y agradecido de que alguien lo pueda hacer. Al primer concurso no se presentó nadie y a la segunda convocatoria vino una empresa de Soria que hizo Los Pajarillos y yo no preveo ningún problema. Es una de las grandes obras que tendremos operativas en los próximos meses. Las cubiertas ya están construidas por una empresa de Burgos, Estrumar, y los prefabricados de la grada se van a encargar. Tendremos un estadio digno.

¿Dónde está el granito rojo de la Plaza Mayor?

Sobre eso ha habido la oportuna polémica, pero lo que tengo muy claro es que el famoso clinker de la Plaza Mayor ha sido un desastre. Porque el Ayuntamiento se equivocase en su día los burgaleses no tenemos que seguir siendo perjudicados de por vida. Es una actuación que no compartía el PSOE, pero lo pudimos incluir. Lo importante es que vamos a tener un firme para varias décadas. ¿El tono? (Sonríe) Bueno, cuando llueve es un poco más rojo...

Ni es el material que se pidió en el concurso ni es el que ofreció la contratista, y eso está demostrado.

No voy a entrar en cuestiones técnicas, pero sí en que el clinker había que sustituirlo por algo que se ha demostrado infalible donde lo hemos utilizado, que es el granito. Si no es eterno, es para mucho tiempo.

Vienen las fiestas: se han cubierto de gloria con la ‘crisis de las tapas’.

Pregunte usted a los señores del PSOE, pero sí hago una reflexión: bien debe estar funcionando esta ciudad cuando el gran problema de las tertulias son las casetas de las tapas. Es un debate completamente artificial que creó el señor De la Rosa, que planteó unas condiciones que han generado el problema. Si ese es el gran problema de la ciudad, pues bienvenido sea.

Tiene un Ejecutivo, una Junta de Gobierno, un grupo de concejales... Llámelo como quiera, pero «equipo», lo que se entiende por «equipo», no.

Yo tengo un gobierno municipal del que me siento muy orgulloso. No es lo mismo gestionar una ciudad con un equipo de 15, o 14 si descontamos al presidente de la Diputación,  que con un grupo de ocho, y además hay menos dedicaciones exclusivas por imperativo de la oposición. Un Ayuntamiento como el de Burgos necesita a ocho o diez personas que estén dedicadas en exclusiva sólo en el gobierno. La exigencia que está habiendo ahora mismo no la ha habido en ningún otro momento.

Bien, pero no es lo que le preguntaba. Hay concejales de su equipo de Gobierno que ni se dirigen la palabra, y si lo hacen es casi mejor que no lo hagan.

Cuando tienen que hablar de los asuntos de trabajo, hablan con total normalidad. Lo que yo no les pido es que se vayan de copas juntos. El viernes después del Pleno estuvimos todos los concejales comiendo juntos y a nadie se le obliga a ir.

¿Ha oído eso de vigilar sus espaldas?

Estuvimos comiendo los nueve concejales. Tensiones suceden en todos los sitios. Son muchas tensiones entre áreas y muchos proyectos, pero las cosas están saliendo.

¿Qué le falta a esta ciudad?

En este momento la ciudad tiene casi todo, y lo que le falta es en el plano extramunicipal, infraestructuras como la Alta Velocidad, que es imprescindible, y terminar dos ejes de comunicaciones fundamentales: la A-73 y la A-12. Eso es lo que nos falta, junto al Directo para mercancías, del que estoy decidido que en breve se decidirá la reapertura. Y hay que terminar el Parque Tecnológico.

¿De qué se siente satisfecho?

De la gran transformación que hemos conseguido en la ciudad. Estamos prestando servicios del altísima calidad y ha habido un cambio que es muy valorado por quienes nos visitan.

¿Usted es más de Valladolid o de Madrid?

Yo soy de Burgos hasta la médula. ¿Por qué viene esa pregunta?

En el PP andan buscando nuevo jefe o jefa. ¿Por quién se decanta?

Es que no lo sé... Siempre se nos ha acusado del dedazo y por fin cada uno va a poder votar. Tenemos siete candidatos; no sé a quién voy a votar el día 5.

Eso es una postura posibilista y poco creíble.

Yo no sé a quién voy a votar. Sí tengo claro que a unos los conozco y a otros no. Yo no me planteo votar a ese compañero que se ha presentado por Valencia o al señor Margallo. Yo creo que voy a estar entre los tres candidatos cuya trayectoria conozco.

Pues si las conoce tendrá una preferencia.

Eso es lo que tengo que analizar; a los tres (Casado, De Cospedal y Sáenz de Santamaría) los tengo un especial cariño. Lo puede creer o no, pero es que muchas otras personas con las que he hablado tampoco lo tienen claro. A partir de votar, a cerrar filas con quien salga y coger fuerza para enfocar las elecciones del próximo año con garantías.