En casa de Juanjo y Aurora no hubo ningún drama cuando a él, a los 70 años, le diagnosticaron alzhéimer. Hacía tiempo que este policía nacional, alto y bien plantado, natural de Zalduendo y que trabajó en Bilbao durante algunos de los años más duros del terrorismo de ETA, había empezado a repetir mucho las cosas y a dar señales de que había olvidado cómo se utilizaban objetos básicos de la vida diaria.