El coma o estado vegetativo persistente es un estado de inconsciencia profunda. No se trata de muerte cerebral porque la persona está viva aunque es incapaz de moverse o responder al entorno. «Aunque quienes están en estado vegetativo persistente pierden sus funciones cerebrales superiores, otras funciones clave como la respiración y la circulación siguen relativamente intactas y pueden ocurrir movimientos espontáneos, los ojos pueden abrirse en respuesta a los estímulos externos e incluso pueden incluso arrugar el ceño, llorar o reír ocasionalmente», explica el jefe de Neurocirugía del HUBU, Antonio Rodríguez Salazar, quien afirma que no se debe hablar de coma «ya que se trata de un término muy genérico que incluye muchos grados y tipos de inconsciencia».Más en la edición impresa