Las bodegas subterráneas no podrán usarse como restaurante

B.A.
-

El técnico que informa de este documento señala que el mayor problema que se aprecia en la implantación de nuevas utilidades es el de la evacuación segura de los usuarios

Las bodegas subterráneas no podrán usarse como restaurante - Foto: Diario de Burgos Miguel Ángel Valdivielso

El Plan Especial de Protección de las Bodegas Tradicionales de Aranda, del que recientemente ha informado el arquitecto municipal, no permitirá el uso de estas construcciones como negocios de hostelería, una función que tampoco se viene desarrollando en la actualidad, aunque en algunos casos estas bodegas formen parte de restaurantes. De esta forma, la documentación que se ha presentado y que se está analizado despeja la duda sobre la posible utilización futura de las mismas con este carácter hostelero. 

Este Plan de Protección recoge como uso específicos de estas cuevas el de bodega artesanal y el de centro de interpretación, mientras que señala otros seis usos de carácter compatible, entre los que diferencia si se pueden prestar bajo rasante, sobre rasante o en ambas situaciones. Según explica, se pueden utilizar en todo su conjunto como vinotecas, enotecas y aquellas fórmulas que fomenten el enoturismo de la Ribera del Duero y también para actividades culturales que utilicen como escenario el inmueble. Sobre rasante se pueden utilizar como establecimientos de restauración y como terciario recreativo; mientras que bajo rasante se contempla su uso como el terciario ejercido tradicionalmente por las peñas y colectivos y el de la exhibición de las bodegas de cara a su promoción turística. 

Para poder ejercer estos usos, el Plan de Protección establece tres condiciones. La primera de ellas es que no podrán utilizarse las bodegas como lugares de estancia permanente, exceptuando las visitas o actividades de corta estancia como catas o similares. El segundo hace referencia a que en los usos compatibles de carácter público y colectivo se tendrá en cuenta la adaptación de sistemas de seguridad a la legislación vigente, propiciando recorridos de evacuación, siempre que sea posible. Y en tercer lugar considera incompatible el establecimiento de las condiciones de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas que fija la ley. 

En este sentido, el técnico que informa de este plan, señala que el «mayor problema que se aprecia a la implantación de nuevos usos bajo rasante, distintos del original como la producción de vino, es la dificultad de evacuación segura de los ocupantes que generen las nuevas actividades y la imposibilidad de una accesibilidad universal». Atendiendo a las mínimas condiciones de evacuación, el técnico informa que no es posible instalar nuevos usos o cambios de uso que se ajusten a estas condiciones. 

El técnico informante aconseja que deberían de estudiarse que obras se precisarían para adaptar los usos actuales y los permitidos a la normativa de seguridad y mejorar la accesibilidad si estas resultarían compatibles con la conservación de los valores que se quieren proteger, que alternativas son viables urbanística, técnica o económicamente y en que condiciones se consideran que determinadas actuaciones serían incompatibles con el grado de protección que se propone. 

En definitiva, este informe previo del técnico considera que la normativa debería de regular de forma detallada cuáles son los usos que puedan admitirse y las obras que deban ejecutarse para facilitar los usos actuales y los nuevos usos que se permitan respetando los condicionantes derivados de la declaración BIC, con garantías de unas condiciones de seguridad. 

Este informe técnico y el Plan de Protección integro llegó a manos de los concejalas que componen la Comisión de Obras el lunes. A falta de leerlo en detalle, algunos de ellos ya hicieron algunas consideraciones al mismo. Uno de los asuntos que también preocupa a los ediles es ese uso y su no utilización como lugares de estancia permanente, ya que consideran que es imposible conocer la utilización que los titulares de bodegas privadas dan a las mismas. Otro de los temas que saltó sobre la mesa de Obras fue el de pedir que este plan deje claro cuáles son los materiales que se pueden utilizar para arreglar las bodegas. Igualmente, se ha solicitado que los servicios jurídicos aclaren que pasa con la titularidad de aquellas bodegas a las que se accede desde una casa pero transcurren por suelo público. 

De momento, todas estas propuestas están en una fase muy inicial, ya que se trata de un primer informe del técnico y que los concejales aún no han tenido tiempo de contemplar el plan. En lo que sí están de acuerdo todos los grupos es en la necesidad de aprobar un documento que proteja las bodegas.