Vecinos de San Antonio exigen que se prohíba jugar al balón

I.M.L.
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Además de intentar atajar las molestias para los peatones, la petición busca evitar que se puedan producir atropellos en la zona

Primero fueron la Plaza Mayor y el entorno de la iglesia de Santa María, donde el Ayuntamiento de Aranda prohibía por decreto el uso de balones, patinetes y bicicletas con el objetivo de favorecer la convivencia de los peatones en esos céntricos lugares. Ahora le toca el turno a la plaza de San Antonio pero esta vez a iniciativa de los vecinos. La junta de gobierno del Consistorio arandino analiza en la reunión que mantiene hoy las solicitudes presentadas por dos residentes en la zona que, por separado, han pedido que se coloque cuna señal indicativa de prohibición de juegos con balón en este enclave. Además, una de las peticiones incluye la colocación de un macetero para evitar que la plaza se convierta en un aparcamiento incontrolado, impidiendo su uso peatonal y el normal acceso a los dos garajes privados que hay en este céntrico espacio.

Una de las solicitudes parte de la Plataforma por un Centro Digno, cuyo portavoz asegura que lleva semanas esperando que el Ayuntamiento les dé una respuesta sobre este particular. «Presenté la solicitud antes de irme de vacaciones, lo hablé personalmente con el concejal de Obras pero hace un mes que no sabíamos nada», asegura Juan José Marañón, uno de los portavoces de esta agrupación vecinal.

Entre los motivos que esgrimen para justificar esta solicitud de prohibición de jugar con balones en este entorno está la seguridad, además de atajar las molestias que pueden sufrir los residentes y peatones. «El problema ya no es que jueguen y den a la gente que está en las terrazas o pasando por ahí, es que yo he entrado más de una vez al garaje y he tenido que frenar con el chaval a un metro del coche, que cualquier día no le veo y me lo llevo por delante», apunta Marañón, que sugiere que se incrementen las señales en la calle San Antonio para avisar del paso de cebra, con el objetivo de que los vehículos reduzcan la velocidad al llegar a este punto, e incluso «colocar 30 metros antes un badén» como medida de control del tráfico.  

Ahora queda esperar a la decisión que tome en su reunión semanal el equipo de gobierno local.