La Plaza Mayor fue el punto de partida de una manifestación en la que participaron unos 400 burgaleses para protestar contra la proliferación de la pobreza energética, un problema que está copando los programas de ayuda de las instituciones. En este gesto público diocesano se denunció que la economía actual "mata" y se recordó a las personas "más golpeadas por una crisis que no ha acabado".