La lista de espera del HUBU cae a las 2.747 personas

G.G.U.
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Nunca ha habido una cifra tan baja sin 'peonadas'. «Hemos aumentado actividad propia. Estamos muy satisfechos», dice la dirección médica. El descenso obedece a la existencia de más anestesistas

El HUBU ha conseguido cerrar el verano con la lista de espera quirúrgica más baja de su historia: 2.747 personas pendientes de entrar en quirófano, un 16% menos que en el mismo período del año anterior o, lo que es lo mismo, 519 pacientes menos. Pero lo más significativo es que esta cifra se ha alcanzado en jornada ordinaria y con medios propios;es decir, sin pagar aparte a los profesionales de Sacyl por operar fuera de su horario (las conocidas ‘peonadas’, que se suprimieron en 2012) y con un porcentaje de procedimientos externalizados en la sanidad privada muy bajo con respecto al total: 170 operaciones entre enero y finales de septiembre. «Este año hemos aumentado nuestra actividad un 5,52% en jornada ordinaria. Estamos muy satisfechos», afirmaba ayer la directora médica, Carmen Rodríguez.

La explicación a una reducción semejante en una época en la que suele haber incremento por la repercusión de las vacaciones de la plantilla en la actividad programada (no urgencias) se debe, sobre todo, a un factor: el HUBU ha contado con cuatro anestesistas más. «Tenemos una plantilla muy ajustada para nuestra población de referencia», indicaba ayer Rodríguez, recordando que, según datos oficiales de Sacyl, a Burgos le corresponden 37 anestesistas de plantilla más cuatro temporales, que son los que la dirección quiere consolidar. «Este verano hemos incorporado cuatro con los residentes, pero con el concurso de traslados [que se hizo efectivo ayer] hemos perdido tres», señaló la responsable, añadiendo de inmediato que «entiendo que seremos capaces de mantener el ritmo hasta finales de año».

Al aumento de anestesistas, Rodríguez añade «el magnífico compromiso de los profesionales de todo el bloque quirúrgico» porque, destaca, «está permitiendo incorporar técnicas cada vez más complejas». Por ejemplo, la cirugía robótica, que se puso en marcha a mediados de junio y que en estos primeros meses exige una dedicación muy alta porque cada operación dura alrededor de 8 horas. Y estos avances se implantan para atender a una población de referencia muy amplia; esto es, a los pacientes de la provincia hay que añadir los de Soria, norte de Palencia y La Rioja para Neurocirugía y Cirugía Pediátrica.

en recoletas. Hay que tener en cuenta que los 37 anestesistas en plantilla no solo atienden los 26 quirófanos operativos del HUBU, sino que también se desplazan a Recoletas para atender en las instalaciones del hospital privado a personas en lista de espera de Sacyl. Una práctica que también asumen traumatólogos y oftalmólogos, dado que son las especialidades que más demora acumulan, sobre todo por el envejecimiento de la población (más operaciones de cataratas, caderas...). Mediante esta fórmula suelen sacarse adelante mil cirugías al año  y este año ya se han practicado 882. «Son 117 menos que en 2017, pero hasta diciembre tenemos crédito», apuntó Rodríguez, para destacar «el valor» de ese 5,5% de incremento de actividad con medios propios.

Y también es a este hospital privado al que se recurre cuando se externalizan operaciones; 170 en este año, de Cirugía Plástica (túneles carpianos, sobre todo), Otorrinolaringología (amígdalas) y Traumatología (juanetes). «Pero, sobre un total de 18.900 cirugías anuales el porcentaje de externalización es bajísimo», concluyó Rodríguez.