El Vaticano beatifica en Orán a la ribereña sor Caridad

Agencias
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El enviado papal a la ciudad argelina hizo mención al mérito de la monja agustina de Santa Cruz de la Salceda asesinada en 1994

El Vaticano beatifica en Orán a la ribereña sor Caridad

Sor Caridad Álvarez, la misionera agustina originaria de Santa Cruz de la Salceda, ya ha sido beatificada. La Iglesia Católica dio ayer este reconocimiento a la monja ribereña y a otros 18 religiosos asesinados durante la guerra civil argelina (1992-2002) en la primera ceremonia de esta naturaleza celebrada en un país musulmán. El acto tuvo lugar en la explanada de la iglesia de Nuestra Señora de la Cruz ante cerca de 1.200 personas y fue oficiada por el cardenal Angelo Becciu, enviado del papa Francisco.

Durante las más de dos horas y media que duró la misa, se sucedieron momentos de emotividad. Uno de ellos, celebrado por la amplia delegación española, llegó cuando se recordó el martirio de Caridad Álvarez y su compañera Esther Paniagua, las dos misioneras agustinas asesinadas en 1994. Las religiosas fueron abatidas a tiros el 23 de octubre de ese año a la salida de la capilla en la que solían celebrar a diario la eucaristía en la capital. Su trágica historia se narra en el documental ‘Cari y Esther, mártires de vida’, en el que la superiora de la provincia de San Agustín de las Agustinas Misioneras, María Jesús Rodríguez, deja un relato impactante.

Durante la ceremonia de beatificación, el enviado papal evocó la memoria de Pierre Claverie, arzobispo de Orán, asesinado en 1996. Ferviente defensor del diálogo entre musulmanes y cristianos, el dominico perdió la vida junto a su chófer, Mohamed Bouchikhi, al estallar una bomba en plena calle.

El cardenal también dio voz a un mensaje del papa Francisco en el que el pontífice, que fue invitado por las autoridades argelinas para presidir el acto, recomendó no olvidar las lecciones del pasado. «Debemos pensar en las heridas del pasado y crear una dinámica nueva de encuentro y convivencia como seres humanos», dijo el papa en su mensaje.

«Al recordar la muerte de estas 19 víctimas cristianas, los católicos de Argelia y el mundo quieren celebrar la fidelidad de estos mártires al proyecto de paz que Dios inspira a todos los hombres», añadió. «Quieren, al mismo tiempo, tomar en su oración a todos los hijos e hijas de Argelia que fueron, como ellos, víctimas de la misma violencia», subrayó en alusión a un «decenio negro» que segó la vida de más de 300.000 personas entre musulmanes y cristianos y que dejó decenas de miles de desaparecidos de diferentes religiones.