En 2015, el fotógrafo Rubén Gadea tomaba 6 fotografías que su colega Juan Antonio Cortés había realizado en varios espacios de Burgos entre los siglos XIX y XX pertenecientes al fondo que custodia el Archivo Municipal y las superponía a otras de los mismos emplazamientos y tomadas exactamente desde el mismo ángulo. Un experimento que evidenciaba que en un siglo algunos lugares apenas han cambiado.