Madrid y País Vasco se benefician de la fuga de tributos

G. Arce
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A los impuestos de sucesiones y de sociedades se suma la fama de una menor presión fiscal en las comunidades vecinas

Madrid y País Vasco se benefician de la fuga de tributos - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Madrid y País Vasco no solo restan población a la provincia de Burgos sino también tributos y nuevas empresas. A las reforzadas ventajas que ofrece la comunidad madrileña en los impuestos de Sucesiones y Donaciones;y a las mejores condiciones del de Sociedades en Euskadi se suma en los últimos tiempos otro condicionante, reiteradamente denunciado por el empresariado local y detectado por los expertos fiscales: la menor presión inspectora de la Agencia Tributaria (o la Hacienda Foral) en las comunidades autónomas mencionadas.

Así lo advierte Emiliano Rodríguez del Olmo, director del Área Fiscal de Valora ETL Global, que próximo miércoles (17,00 horas) detallará en el Círculo de Actualidad Empresarial las 25 recomendaciones fiscales para el cierre de ejercicio, un acto organizado por Ibercaja y la Cámara de Comercio e Industria en el salón de actos de la Fundación Cajacírculo. Un día antes, el martes  11, hará lo propio en Aranda de Duero, en el salón de actos de Ibercaja (17,00).

El experto asegura que en Burgos ya es algo «habitual» el planificar a largo plazo de las herencias, «lo que pasa por el empadronamiento en una vivienda en Madrid buscando la tributación más ventajosa». Y es que, a la hora de heredar, la comunidad vecina se ha convertido en una especie de ‘paraíso fiscal’, condición que incluso se ha visto reforzada en los últimos días por las medidas fiscales aprobadas por la Asamblea madrileña.

Así, a apenas 240 kilómetros de distancia, las donaciones en metálico entre padres e hijos, cónyuges y hermanos están exentas de tributación hasta un máximo de 250.000 euros, cuando ese dinero se destine a la compra de una vivienda habitual o la puesta en marcha de una empresa.

Las novedades van más allá y bonifican las transmisiones entre hermanos, tíos y sobrinos: un 15% entre los primeros y un 10% en los otros dos casos.

Para tributar en Madrid, puntualiza Rodríguez del Olmo, hay que cumplir una serie de requisitos de permanencia y empadronamiento del interesado y su cónyuge, de localización de la tarjeta sanitaria, de centralización de las principales fuentes de renta, entre otros. «Se puede planificar este cambio porque a las rentas altas les sale más barato».

La única corrección posible para este desvío de tributos sería que todas las comunidades tuviesen la misma política fiscal en el tema herencias, lo que no parece posible. «Lo que se recauda por el impuesto de Sucesiones y Donaciones es muy poco en comparación con lo que el IVA, el IRPF o Sociedades dejan en Castilla y León, por ello bonificar más Sucesiones y Donaciones tampoco supondría un gran esfuerzo para las arcas de la comunidad». El experto de Valora ETL Global es, por tanto, partidario de aumentar las bases exentas de estos impuestos -actualmente en 400.000 euros- para atraer inversiones y, sobre todo, no pederlas.

país vasco. A la competencia de Madrid se suma la del País Vasco, la de la Hacienda Foral en Álava y Vizcaya, que establece unos tipos del Impuesto de Sociedades (25%) también más ventajosos, de hasta dos punto de diferencia a los que hay que sumar las deducciones. «El empresario paga menos impuestos y también tiene una relación más fluida y personal con la Hacienda Foral, mucho más fácil que con la Agencia Tributaria».  

«Quien trae el trabajo a Burgos  son las empresas y cuando una empresa extranjera u otra procedente de otra región se plantea establecerse aquí, lo primero que analiza es cuánto va a pagar de Impuesto de Sociedades con los años, que ayudas se contemplan para las instalación de industrias o qué condiciones laborales hay». Al final, es una diferencia importante que, reflexiona Rodríguez del Olmo, fija puestos de trabajo y aporta riqueza a una u otra provincia.   

inspecciones. A la diferente carga impositiva con respecto a las comunidades vecinas, se suma un tercer factor:la «voracidad» («incluso persecución, a veces») de la Agencia Tributaria con las empresas burgalesas. «Hacienda ha trasladado al empresario toda la carga de la prueba, es él el que se tiene que defender de las campañas indiscriminadas que sufre en forma de requerimientos en masa e inspecciones muy agresivas». Esta presión creciente, muchas veces basada solo en «ligeros indicios», está provocando mucho malestar entre empresas y particulares.

«Esta dinámica está derivando en el traslado de domicilios fiscales a otras plazas con trato más amable en detrimento de Burgos».

Por si fuera poco, Emiliano Rodríguez advierte que la incertidumbre política en la que vive nuestro país afecta especialmente a las inversiones extranjeras. «Están eligiendo otros países y se lo están pensando».