Llenar el depósito de los coches que utilizan gasóleo se encarecerá para un consumidor medio en 3,3 euros al mes con el nuevo impuesto al diésel que está diseñando el Gobierno de Pedro Sánchez. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó que afectará a aquellos usuarios que realiza unos 15.000 kilómetros al año, quedando excluidos los profesionales que utilizan el transporte como medio de trabajo, como transportistas y taxistas. 

En concreto, la titular de Hacienda explicó que la aportación por este tributo estará en torno a 38 euros cada 1.000 litros. Se trata de  una cantidad que, según  consideró la ministra, espera «que no tenga una repercusión importante en el bolsillo del consumidor medio y sí entienda todas las ventajas». 

«Será la aportación y el granito de arena para que nuestros nietos y biznietos puedan disfrutar de un planeta verde», subrayó. 

De esta forma, tras este incremento en el impuesto al diésel, llenar el depósito de los coches que utilizan este combustible será unos 2,15 euros más caro, teniendo en cuenta que un depósito tiene una capacidad media de 57 litros. 

La propuesta que está barajando el Gobierno en este momento sobre el impuesto al combustible diésel no buscan un afán recaudatorio. «Es un afán básicamente para ser disuasorio con las conductas medioambientales», señaló. 

En este sentido, el Ejecutivo señaló que la fiscalidad del diésel forma parte de un paquete de medidas de cambio climático. En la actualidad, este gravamen está fijado en 307 euros cada mil litros, que se verá incrementado en 38 euros cada mil litros, hasta los 345 euros cada mil litros de aprobarse dicho incremento. 

La intención de Hacienda es equiparar la fiscalidad del diésel y la de la gasolina, que se encuentra actualmente en 400 euros cada mil litros. 

Aunque no se han facilitado datos de recaudación, la cifra contribuirá a equilibrar los mil millones que perderá el Estado por la rebaja del impuesto a las eléctricas para abaratar el recibo de la luz.

En este contexto, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró que la polémica creada en torno al diésel se ha debido más bien «a la necesidad de una serpiente de verano» que a una «discrepancia de fondo». 

Ribera consideró el desafío que supone la nueva movilidad, la cual considera que se debe utilizar como «un factor de cambio». Para ello, abogó por que instituciones e industria vayan «de la mano».