Como un cometa surcando el cielo de Barcelona. Así se alzará la Sagrada Familia en el sky line de la Ciudad Condal cuando, la más impresionante de sus torres, la de Jesucristo, con sus 172,5 metros, esté culminada en 2022. Toda una estrella en el firmamento que convertirá a la basílica que proyectó Antoni Gaudí en el edificio más alto de la capital catalana.

Esta es la previsión que lanzó el arquitecto director del templo, Jordi Faulí, ayer durante la presentación del estado de las obras del monumento, señalando que «se estima que la construcción de esa parte, que culminará el alzamiento de los seis pináculos centrales, acabe en 2022 con la coronación de la cruz».

La torre, que contará con 12 niveles en total, tendrá un primer espacio interior de 60 metros de altura, donde se ubicará una escalera de caracol de piedra y cuyo centro permitirá el paso de un ascensor «con estructura mínima y cierre de cristal, que hará posible admirar el interior del bloque», cuyo recorrido total, desde el nivel del suelo hasta un mirador, será de 144 metros, explicó Faulí.