El Gobierno eliminará el peaje de las autopistas cuando concluyan las concesiones, según anuncia hoy el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en una entrevista concedida al diario El País. La decisión afecta directamente al tramo de la AP-1 que une Burgos con la localidad alavesa de Armiñón pasando por Miranda de Ebro, que quedaría libre el próximo 30 de noviembre y con el que se estrenaría la medida decidida por el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez.

A finales del próximo año se liberarían la AP-7, entre Alicante y Tarragona, y la AP-4, entre Sevilla y Cádiz. En la misma entrevista, Ábalos añade que la intención del Ejecutivo pasa por «no paralizar ni demorar nada» en lo tocante a las inversiones pendientes en carreteras y ferrocarriles.

El tramo burgalés de la AP-1 entró en servicio en 1984 y ha sido objetivo de sucesivas prórrogas administrativas que han duplicado la concesión inicial de 20 a 34 años. Colectivos sociales y políticos llevan años exigiendo la gratuidad de una vía qué constituye la única alternativa a la N-I, una carretera de doble sentido que soporta el paso de 10.000 vehículos diarios, más de la mitad de ellos camiones, en un tramo en el que han perdido la vida en más de 230 personas en la últimos últimos 25 años.

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