El titular de Cultura fue condenado a pagar 243.000 euros incluyendo recargos e intereses por los tres ejercicios fiscales. Según la sentencia, tributó por el impuesto de sociedades y no por el IRPF, como debería haber hecho, eludiendo así "los tipos impositivos progresivos y más elevados de IRPF" y "engrosando además indebidamente el capítulo de gastos".
Fuentes del Ministerio de Cultura han remitido a las declaraciones del ministro en las que afirma estar "al corriente" de todas sus obligaciones tributarias "desde hace ya unos cuantos años". Huerta ha añadido que "la regulación fiscal a la que hace referencia el artículo se refiere a los ejercicios 2006, 2007 y 2008".j