Los mataderos de la provincia alcanzaron en 2016 su cifra más elevada de sacrificios de la última década. Desde 2006, cuando se rondaron los 9 millones de cabezas de ganado muertas, las instalaciones de este tipo de Burgos no habían logrado una cantidad de trabajo tan elevada: el incremento con respecto a 2015 es del 7,8%.